Magnesio dietario: indispensable y disponible
El magnesio es un mineral indispensable para el buen desempeño del organismo. Es el segundo catión más importante dentro de las células y actúa como un cofactor de enzimas, transportadores y ácidos nucleicos que aseguran un funcionamiento normal de varios tejidos y órganos. Participa en el sistema neuromuscular, en la excitabilidad neuronal y muscular; en el sistema cardiovascular actúa en el corazón y en la circulación. También tiene efecto antitrombótico, estabiliza eritrocitos y se requiere para el crecimiento y maduración ósea y el metabolismo mineral.
La cantidad total de magnesio en una persona adulta es de alrededor de 25 g, de los cuales aproximadamente el 60% se encuentra en los huesos, el 39% en el interior de las células y el 1% en el líquido extracelular. Aunque su concentración extracelular parece baja, es la indispensable para asegurar una función neuromuscular normal.
La recomendación de consumo de magnesio es de 400-420 mg al día para hombres y de 300-320 mg al día para mujeres. Si no se consumen las cantidades recomendadas, puede sobrevenir una deficiencia con consecuencias en la salud; la deficiencia también puede originarse por absorción baja, pérdidas intestinales elevadas o por desequilibrio entre la absorción intestinal y la excreción urinaria. La absorción del magnesio ingerido se realiza en el intestino delgado y en condiciones de salud se absorbe un 45-70%, aunque puede alcanzar hasta el 90% de la ingestión total.
El nivel normal de magnesio en sangre es de 1.7 a 2.2 mg/dL y el diagnóstico de hipomagnesemia se define con valores menores a 1.2 mg/dL. Los síntomas de la deficiencia incluyen calambres musculares, convulsiones, tetania y alteraciones cardiacas, entre otros. Algunas causas que conllevan a deficiencia de absorción de magnesio son: ingestiones elevadas de calcio, fosfato, citrato, ácidos grasos, fitatos o sales biliares. Por el contrario, la alteración del equilibrio ácido-base, específicamente la acidosis, aumenta su absorción.
Dado que el magnesio participa en procesos enzimáticos y cumple funciones estructurales y reguladoras, su deficiencia afecta de manera importante el desempeño cardiovascular, renal, gastrointestinal, neurológico y muscular. Además, induce signos y síntomas relacionados con alteraciones electrolíticas.
La deficiencia moderada de magnesio se atribuye a un consumo muy bajo de hojas verdes, leche, pan y papas, entre otros alimentos, o por pérdida de electrolitos. Aunque la deficiencia severa de magnesio no es común, es importante señalarla por ser causa de hipocalcemia con sus propias afectaciones. La deficiencia de magnesio en los jóvenes provoca retraso en el crecimiento y en adultos mayores osteoporosis. Esto se subsana fácilmente, ya que la respuesta a la administración de magnesio es positiva y rápida.
Es poco probable que el magnesio dietario en exceso alcance niveles tóxicos. Los casos de toxicidad conocidos se han dado en trabajadores que inhalan polvo de magnesio.
En general, el consumo de vegetales, especialmente los de hojas verdes, asegura el aporte adecuado de magnesio y, por lo tanto, el estado nutricio normal de dicho mineral. Bajo condiciones específicas, como en el embarazo, edad avanzada o en atletas, puede dificultarse el cubrir las necesidades diarias a partir de los alimentos; en estas situaciones es opción la administración de suplementos por recomendación nutricional o médica.
Colaboración de Rosa Olivia Méndez Estrada, investigadora de la Coordinación de Nutrición del CIAD.