Chile y España están interesados en hacer un convenio de transferencia de germoplasma de triticale forrajero mexicano, un cereal híbrido procedente de la cruza entre el trigo (Triticum) y el centeno (Secale).
Así lo manifestó Alejandro Javier Lozano del Río, doctor en Producción Agrícola por la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), quien explicó que el país sudamericano quiere probarlo en el centro y sur de su territorio –sus zonas productoras–, mientras que en España ya se han hecho cruzas de triticale mexicano, específicamente de la UAAAN, con triticales españoles.
Como el mismo término lo indica, el triticale se deriva de los nombres de sus especies progenitoras (Triticum y Secale). Este cereal “fue descubierto de manera espontánea en la Estación Agrícola Experimental de Sarátov, en el sudeste de Rusia, hace más de cien años”, refirió el investigador. Sin embargo, dijo, durante mucho tiempo dicho hallazgo no pasó de ser una curiosidad botánica.
Fue hasta 1962 que el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt), con sede en México, empezó a desarrollar experimentos y crear diversas líneas y variedades de triticale con el enfoque de producción de grano. Su objetivo, aseguró el entrevistado, era reemplazar el trigo, pese a que este es insustituible por las propiedades que tiene y la masa que produce.
Según lo refiere Lozano del Río, quien es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) con el nivel I, el interés que se tiene sobre el triticale es porque al tener las aptitudes del trigo y el centeno, ahorra agua, tolera malos suelos y sequías, así como bajas temperaturas que en ocasiones van de los ocho a los diecisiete grados bajo cero, y no requiere de tanto fertilizante.
“En el mejoramiento se hace que el cultivo no se enferme, que no se les peguen hongos, chahuistle o royas. Con variedades resistentes a plagas y enfermedades no hay utilización de pesticidas y así contribuimos con la sustentabilidad. A mayor producción y calidad en el forraje o biomasa, mayor rendimiento y mejor relación costo-beneficio para el productor”, abundó el experto.
LAS BONDADES DEL TRITICALE
Por otra parte, el interés también se focaliza en el triticale porque es un grano que tiene más proteína que el trigo, así como un perfil de aminoácidos superior, lo que lo vuelve un alimento nutritivo tanto para consumo humano como animal, explicó el doctor Lozano del Río.
“El asunto es que el triticale no tiene gluten, que es la proteína que hace que las masas del trigo sean extensibles y tengan elasticidad y volumen; es decir que se pueda amasar la harina”, aclaró.
Aunque no tiene gluten, el triticale contiene otra proteína que se llama secalina, la cual proviene del centeno, pero tampoco le da esa consistencia a la masa, refirió. Para que la masa del triticale se vuelva elástica, se hacen mezclas con un poco de harina de trigo y con estas se hacen productos alimenticios como panes, tortillas, atole, galletas, añadió el entrevistado.
Detalló que el proceso para obtener triticale inicia con la selección de variedades progenitoras. “Una buena selección de progenitores nos garantiza que salgan hijos buenos, superiores, más productivos, más rendidores”, explicó el doctor.
“Es un proceso largo y continuo. Si hacemos una cruza original tomamos más o menos una docena de años para llegar a registrar un nuevo material. Cuando empezamos un plan de mejoramiento nos tardamos en sacar las primeras variedades; pero con este proceso cada año hacemos nuevas cruzas, avanzamos esos hijos a través de pruebas en ranchos, en localidades diferentes”, describió el investigador.
Como lo plantea Lozano del Río, los productores no compran determinada semilla o cambian de un cultivo a otro fácilmente. No obstante, “obtienen mayor producción de leche y de carne por vaca al día, utilizando triticale en lugar de avena; inclusive sustituyendo en muchos casos la alfalfa que, aunque es considerada la reina de las forrajeras, es más cara porque es un cultivo que gasta bastante agua para producirla. Las ganancias siempre son superiores con el uso del triticale”, aclaró.
El triticale, como asegura el investigador, es un gran alimento para vacas, cabras, ovejas, caballos pura sangre, cerdos y aves de corral. Agregó que actualmente se utiliza mucho en granjas del estado de Sonora.
Con una experiencia de 35 años en el cultivo, el doctor Alejandro Javier Lozano del Río compartió su labor: “Hacemos genotecnia para formar variedades más productivas que las comerciales”.
Al respecto, dijo que “a la fecha hemos registrado y liderado en el comité calificador de variedades de plantas cinco variedades de triticale que están siendo ampliamente usadas en la región norte de México, en la región lagunera –lechera– y en regiones del bajío mexicano como Aguascalientes, Querétaro y otros estados”.
El mejoramiento genético tanto de animales como de plantas es continuo, afirmó el investigador. La meta es desarrollar variedades más productivas que las que están actualmente en el mercado, para incrementar el uso por parte de los productores y aumentar la superficie que se utilice para el cultivo en México: zona norte y gran parte del centro del país. Actualmente, Polonia es el país con mayor superficie productora de triticale a nivel mundial.
Colaboración de Nistela Villaseñor / Agencia Informativa Conacyt
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