Cada vez son más populares los métodos “desintoxicantes”, incluyendo la dieta. La adopción de ciertas estrategias dietarias se hace con el fin de mejorar el estado de salud de las personas que adoptan estos métodos. Heliodoro Alemán Mateo, investigador del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), devela algunos mitos y verdades de la dieta détox.
Comentó que actualmente es posible encontrar en los supermercados botellas de jugos, infusiones herbales, así como bolsas de mezcla de frutas y verduras congeladas para la preparación de jugos y licuados desintoxicantes, cuyo fin es servir como únicos alimentos durante determinado número de días para llevar a cabo la dieta détox.
Primeramente, aclaró, la palabra toxina, o la eliminación de toxinas o productos tóxicos, no es apropiada y no se puede generalizar. En el campo de la microbiología, una toxina pueden ser pequeñas moléculas, péptidos, o proteínas capaces de causar enfermedades, sobre todo por bacterias. Por otra parte, la palabra “tóxico” en medicina y nutrición se refiere a los productos derivados del metabolismo.
Por ejemplo, el amoniaco derivado del metabolismo de los aminoácidos es altamente tóxico, pero el cuerpo tiene sistemas de eliminación naturales, de tal manera que, en sujetos sanos y enfermos, se elimina diariamente como urea a través de la orina. Bajo ciertas condiciones patológicas no se elimina, se acumula y puede provocar encefalopatía hepática, en casos muy particulares.
Contextualizando lo anterior, puntualizó el académico, las llamadas dietas destoxificantes se deberían de considerar como dietas para ayudar a eliminar o disminuir la producción de desechos metabólicos. Es importante señalar que dichos desechos son muy necesarios para conservar la homeostasis o buen funcionamiento del organismo.
La dieta détox ha sido utilizada históricamente por naturistas y ciertas ramas de la medicina alternativa, y si bien es cierto que tiene beneficios en el corto plazo, no se trata de ningún método mágico, y mucho menos es un plan nutricional que se aconseje mantener durante tiempo prolongado.
Alemán Mateo explicó que durante los días en los que se consume únicamente agua, frutas, verduras, infusiones o agua con limón, es natural que se baje de peso, ya que se reduce la ingesta calórica a menos de la mitad del consumo promedio regular. Subrayó que hay estudios en donde estas dietas brindan alrededor de 500 kcal/día. Es ese mismo déficit el causante de la reducción de peso, y con ello la posible disminución de grasa y como consecuencia bajan el azúcar, colesterol, triglicéridos e incluso se ha documentado que bajan algunos marcadores de inflamación.
En el caso de los jugos de frutas o vegetales con contenidos moderados de fructosa, es probable que la persona manifieste sentirse “más ligera y con más energía”, esto puede ser porque el sistema digestivo estaría trabajando con un menor esfuerzo, a la par de que los altos niveles de glucosa que ingiere a través de las frutas le harán sentir revitalizado.
No obstante, el nutriólogo del CIAD señaló que el ser humano necesita de otros nutrientes como proteínas, lípidos o grasas y carbohidratos, que no se obtienen en el plan de la dieta détox. Lo anterior, indicó, puede llevar a una persona a caer en un estado de malnutrición, si se hace sin supervisión de un profesional de la salud y por un largo periodo de tiempo.
En ese sentido, añadió que si, después de hacer este tipo de dieta la persona vuelve a llevar una dieta desbalanceada, es decir, alta en grasas y productos ultraprocesados, se perdería cualquier beneficio que hubiera ganado con el método détox.
Algunas modalidades de la dieta détox ya han sido probadas clínica y científicamente para acompañar el tratamiento de diferentes enfermedades, pero deben hacerse bajo supervisión médica, enfatizó el académico.
Por tal razón, Alemán Mateo explicó que la mejor recomendación siempre será esforzarse en llevar o adoptar un estilo de vida saludable mediante el consumo de dieta balanceada y variada. De manera general, recomendó moderar el consumo, sin llegar a la restricción o eliminación de alimentos e incluir la actividad física.