Motivación: ¿una aliada contra el cáncer de mama?
Un estudio realizado en el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) evaluó la eficacia de un programa de intervención que utiliza la entrevista motivacional para promover cambios saludables en la dieta y la actividad física sobre la densidad mineral ósea, la masa muscular en extremidades y la masa grasa de mujeres sobrevivientes de cáncer de mama.
Las sobrevivientes de cáncer de mama tienen mayor riesgo de desarrollar osteopenia, osteoporosis y sarcopenia debido a la pérdida de densidad mineral ósea, la pérdida de masa muscular y el aumento de masa grasa, respectivamente, por lo que es importante promover estilos de vida saludables que reduzcan estos riesgos y disminuyan la densidad mamaria, importante marcador de riesgo para el cáncer de mama.
La osteopenia es una afección donde la densidad mineral ósea (calcio y fósforo en los huesos) es más baja de lo normal. Esta pérdida es menos grave que la que ocurre en casos de osteoporosis, donde aumenta la fragilidad y hay riesgo de fracturas. Para la medición de la densidad mineral ósea, la Organización Mundial de la Salud recomienda utilizar la densitometría ósea.
Además de afectar la salud ósea, la pérdida de masa muscular de las extremidades (brazos y piernas) puede llevar a la aparición de sarcopenia, que se caracteriza por debilidad, fatiga, pérdida de energía y problemas de equilibrio, lo que también aumenta el riesgo de fracturas.
Como parte de su formación académica como doctora en ciencias en el CIAD, Karina de Jesús Díaz López, bajo la dirección de la profesora investigadora Graciela Caire Juvera, realizó un ensayo clínico aleatorizado y controlado por un periodo de ocho meses en mujeres hermosillenses sobrevivientes de cáncer de mama.
Las participantes se aleatorizaron estratificando por índice de masa corporal y estado de menopausia al grupo de intervención y al de comparación. El grupo intervenido recibió orientación nutricional y de actividad física bajo el enfoque de la “Entrevista motivacional”, la cual es una estrategia que promueve la motivación y el compromiso para lograr un cambio específico, todo esto dentro de una atmósfera agradable y de confianza para que la persona resuelva las razones que tiene para cambiar y las razones para no hacerlo.
Por su parte, el grupo de comparación recibió consejería tradicional, es decir, una orientación basada en un enfoque educativo tradicional donde se resuelven dudas que pudieran tener los pacientes sobre temas específicos, pero no se fomenta la motivación ni el cumplimiento de metas específicas.
Tras comparar los hallazgos entre ambos grupos al cuarto mes, se encontró que el grupo de intervención aumentó la densidad mineral ósea lumbar en un 0.31%, mientras que el grupo de comparación disminuyó en 1.62%.
A los cuatro y ocho meses no se encontraron diferencias entre los grupos respecto a masa muscular en extremidades, masa grasa y densidad mamaria. Los análisis pareados a los ocho meses mostraron que el grupo de intervención aumentó la densidad mineral ósea en cuello de fémur en un 0.67% y la densidad mamaria disminuyó en 22.6%
Como parte de sus conclusiones, Díaz López manifestó que, comparada con la intervención nutricional, la entrevista motivacional ayudó a reducir el consumo de alimentos de riesgo para la salud y con ello se aumentó la densidad mineral ósea y disminuyó la densidad mamaria de mujeres sobrevivientes de cáncer de mama
Por último, agregó que una intervención basada en la entrevista motivacional podría disminuir el riesgo de osteopenia y osteoporosis. Sin embargo, se necesitan más estudios que exploren las barreras y facilitadores de las participantes para mejorar el cumplimiento de metas e impactar los indicadores analizados en este estudio.