Nuevas guías alimentarias para la población mexicana y el Plato del Bien Comer
En 2015 la Organización de las Naciones Unidas estableció los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todas las personas. Al respecto, es importante estar conscientes de que para alcanzar estas metas todos tenemos que hacer nuestra parte (gobiernos, sector privado, sociedad civil organizada… usted y yo). El ODS 13 (Acción por el clima) propone adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos, ya que representan una gran amenaza para garantizar la seguridad alimentaria mundial necesaria para el cumplimiento de los 17 ODS.
Hace siete años el 31% de las emisiones mundiales generadas por la actividad humana fueron atribuidas a los sistemas agroalimentarios (deforestación, producción ganadera, gestión de suelos y nutrientes y pérdida y desperdicio de alimentos). El aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero atrapa más calor en la atmósfera, ocasionando el calentamiento de la tierra; en consecuencia, el impacto ambiental debe aparecer como un promotor del cambio en los sistemas alimentarios y las recomendaciones nutricionales.
En la actualidad se reconoce la relación entre dietas saludables y un planeta sano: si bien la dieta debe cumplir con las características para promover la buena salud, los alimentos producidos, transportados y consumidos no deben causar el deterioro del planeta y debe evitarse el sobreconsumo y desperdicio de alimentos por su impacto en la utilización de recursos para su producción. El Fondo Mundial por la Naturaleza ha trabajado en el desarrollo de dietas sostenibles para promover que sean justas, saludables y culturalmente apropiadas y basadas en la biodiversidad. De igual forma, la FAO estableció que es necesario un cambio hacia sistemas alimentarios y dietas más sostenibles para proteger la salud de la población y la del planeta, garantizando al mismo tiempo la seguridad alimentaria, nutricional y la biodiversidad de los recursos naturales para el cumplimiento de los 17 ODS (FAO, 2012).
La Comisión de expertos(as) de diferentes disciplinas como salud humana, agricultura, ciencias políticas y sostenibilidad ambiental (EAT-Lancet) presentó en 2019 recomendaciones para la ingestión de alimentos que favorecen la salud humana y cuya producción y transporte tiene un bajo impacto en el medio ambiente (Dieta Saludable Planetaria), las cuales consisten en un mayor consumo de alimentos de origen vegetal y una reducción en el consumo de carnes rojas (especialmente las ultraprocesadas), reducción de grasas saturadas, aumento en el consumo de granos enteros, moderación en el consumo de lácteos y derivados, y disminución de alimentos y bebidas con azúcares añadidos. Estas recomendaciones son el marco general que debe traducirse a contextos regionales y locales.
Nuevas guías alimentarias
Al igual que otros países, México ha trabajado en la actualización de las guías alimentarias para la población mexicana, en este caso se realiza a través el Grupo Intersectorial de Salud, Alimentación, Medio Ambiente y Competitividad (Gisamac), coordinado por el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece). En ese sentido, recientemente se realizó una presentación de la actualización de dichas guías, en la que se presentaron algunos aspectos innovadores: 1) fueron elaboradas y validadas con una metodología científica basada en evidencia por un comité de expertos (grupo “Guías alimentarias, canasta normativa y actualización NOM-043”). Este grupo interdisciplinario está liderado por el Instituto Nacional de Salud Pública/Unicef, con la participación de diferentes organizaciones e instituciones académicas nacionales e internacionales gubernamentales y de la sociedad civil organizada, además de que cuenta con validación en la población objetivo; 2) consideraron como ejes rectores las recomendaciones de las dietas saludables y sostenibles de EAT-Lancet, con enfoque en la transformación de los sistemas alimentarios, enfoque de género, equidad y enfoque de derechos y está orientada a grupos vulnerables; 3) fueron elaboradas sin conflicto de interés y sin la interferencia de la industria de la comida chatarra; 4) por primera vez se incluyen recomendaciones de evitar alimentos específicos como bebidas azucaradas, alcohol o productos ultraprocesados (identificados por sellos).
Las Guías Alimentarias para la población mexicana establecen las recomendaciones para una alimentación saludable de bajo impacto ambiental (menor producción de gases de efecto invernadero y menor consumo de agua para su producción) que contribuyan con el cumplimiento de los ODS para garantizar el derecho a la alimentación, transformación de los sistemas alimentarios, difundir mensajes saludables y disminuir el riesgo de la mala nutrición en todas sus formas.
Las 10 recomendaciones son:
- Durante los primeros seis meses de vida, los bebés necesitan solo leche materna y después junto con otros alimentos nutritivos y variados hasta por lo menos los dos años de edad.
- Más verduras y frutas frescas en todas nuestras comidas. Los de temporada son más económicos y, cuando sea posible, consume los de producción local.
- Consumamos diariamente frijoles, lentejas o habas preparados como guisados, sopas o con verduras. Tienen proteínas y fibra, son prácticos y económicos.
- Elijamos cereales integrales o de granos enteros como tortillas de maíz, avena, arroz; o tubérculos como la papa. Tienen vitaminas y fibra y dan energía.
- Comamos menos carne de res y carnes procesadas. En su lugar, consumamos más frijoles, lentejas, huevo, pollo y pescado. Por nuestra salud y la del planeta, elijamos más alimentos de origen vegetal.
- Evitemos los alimentos ultra procesados como embutidos, papitas, galletas, pan dulce, cereales de caja, ya que tienen mucha grasa, sal y/o azúcar. Elijamos alimentos sin sellos.
- Tomemos agua natural a lo largo del día y con todas nuestras comidas, en lugar de bebidas azucaradas como refrescos, jugos, aguas preparadas con sobres en polvo y bebidas deportivas que pueden dañar nuestra salud.
- Evitemos el consumo de alcohol. Por el bienestar de nuestra salud física y mental y de nuestras familias.
- Hagamos más actividad física como caminar, correr o bailar, en lugar de pasar tiempo sentados o frente a la pantalla (celulares, televisión, videojuegos y otros). ¡Cada movimiento cuenta!
- Disfrutemos de nuestros alimentos en familia o con amigos cuando sea posible. Participemos todos en la planeación y preparación de las comidas, sin desperdiciar alimento.
Las características principales de las Guías Alimentarias son representadas visualmente en El plato del bien comer, donde:
- El 50% del plato debe contener frutas y verduras de temporada y de producción local.
- El 22% granos y cereales.
- El 15% de leguminosas.
- El 8% de alimentos de origen animal.
- El 5% de aceites y grasas saludables (en su forma natural y sin sellos).
En el centro de El plato del bien comer aparece la recomendación de consumir agua simple. En la parte superior e inferior aparecen las leyendas de “frutas y verduras de temporada”, “producción local” y “evitar productos con sellos”.
Con el lanzamiento de las Nuevas Guías Alimentarias, por parte de la Secretaría de Salud, se pretende la modificación de la NOM-043-SSA2-2012 referente a la promoción y educación para la salud en materia alimentaria, para posteriormente iniciar la regionalización de las guías para las zonas Norte, Centro y Sur del país.
Las Guías Alimentarias 2023 para la población mexicana estarán disponibles el próximo 20 de mayo en las redes sociales de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud y de la Dirección General de la Promoción a la Salud y las compartiremos también en las redes sociales de nuestro Centro.
Colaboración de Silvia Yolanda Moya Camarena, investigadora de la Coordinación de Nutrición del CIAD