Nutrición, alimentación y salud, el futuro en la agricultura 4.0.
La humanidad hoy en día tiene grandes retos para ser sustentable en equilibrio con la naturaleza, la sociedad y el sistema económico. Por ello, la Organización de las Naciones Unidas ha propuesto la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en la que establece los lineamientos para que las naciones transiten los caminos hacia la sustentabilidad, la autosuficiencia alimentaria, el derecho a la alimentación saludable y nutritiva y el acceso al agua, entre otros.
Dentro de los objetivos del desarrollo, una de las actividades clave es la agricultura, la cual es el motor de una alimentación nutritiva y el pilar para que la población mundial goce de un buen estado de salud en la población a través de la adquisición de productos frescos para la preparación de alimentos.
Sin embargo, en este propósito nos enfrentamos a problemas tales como: ¿De qué manera podemos alimentarnos de manera más sana si vivimos en una ciudad? o ¿Cuál es la manera de garantizar una alimentación nutritiva en las zonas rurales? Estas interrogantes manifiestan la complejidad de ejecutar una única solución para el problema, por lo que es necesario adaptar mecanismos de retroalimentación positiva para que la población genere sus propios alimentos y, en dado caso, mejore su calidad de vida y nutrición para obtener una mejor salud.
Una de las propuestas que se han iniciado en el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, Unidad Regional Hidalgo, es la utilización de invernaderos inteligentes de bajo costo. Estos se han usado ampliamente en campo abierto a pequeña escala con familias y escuelas para complementar la alimentación, mejorar la nutrición y generar conciencia de la producción de alimentos en zonas urbanas, lo cual es un paso importante para retroalimentar a las familias que deseen mejorar su nutrición e integrar una actividad familiar o escolar al valor de una sana alimentación. Aunado a esto, en las zonas rurales los invernaderos coadyuvan a la producción de verduras y legumbres y complementan la dieta para evitar la falta de nutrientes y combatir enfermedades asociadas al consumo de productos industrializados.
El uso de invernaderos inteligentes asistidos por tecnología ayuda controlar los huertos y ofrecen soluciones conjuntas para combatir la presencia de plagas y enfermedades en los cultivos, lo que permite encontrar mejores estrategias para tener una producción garantizada de verduras y hortalizas. Es un trabajo de retroalimentación social, tecnológica y de inteligencia para tener una buena salud en el futuro y conservar nuestros recursos naturales.
Colaboración de Yaxk’in Ú Kan Coronado González, investigador por México Conacyt comisionado a la Unidad Regional del CIAD en Hidalgo.