Mujeres y niñas se han visto afectadas directamente ante la exposición de los plaguicidas utilizados en la agricultura en todo el mundo, arrojando consecuencias sociales e impactando sus vidas, señaló la PhD Donna Mergler, durante su participación en el Panel “El futuro de la investigación en el sector Agroalimentario”.
Como parte de las actividades del 32 aniversario del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A.C. (CIAD), la profesora emérita del Centro de Biología, Salud, Sociedad y Medio Ambiente de la Universidad de Québec en Montreal, Canadá dijo que los plaguicidas afectan a las mujeres y la salud de sus hijos, al estar expuestos a los plaguicidas durante el embarazo y afectar el desarrollo del niño “tenemos estudios que dejan claro los efectos del plaguicida en las capacidades intelectuales de los niños y el impacto en su vida por no poder desarrollar las actividades como ellos desean”.
Como parte de los proyectos de investigación en los que ha participado, en países como Canadá, Brasil y Costa Rica, dijo que los plaguicidas afectan las hormonas de las niñas de todo el mundo adelantando su pubertad y sus cambios fisiológicos, dejando consecuencias sociales e impactando en la vida de la gente.
Por su parte la Dra. Michelle E. Chauvet, jefa del área Impactos Sociales de la Biotecnología del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana, abordó “Los desafíos de la investigación interdisciplinaria frente al problema alimentario”, destacó que se necesita la conjugación de varias disciplinas para poder dar respuesta a todos los problemas alimentarios, porque si cada quien estudia un mismo problema desde su punto de vista, podemos llegar rápido a las soluciones, precisó.
“Sin embargo hay que pasar de la interdisciplina a la transdisciplina, que quiere decir tomar en cuenta a los beneficiarios de los proyectos para que se involucren desde el inicio en la formulación del mismo, participen, haya ese intercambio de conocimientos y saberes.
En su intervención la Dra. Natalia Plalacios, integrante del programa global de Maíz-Calidad nutricional del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo CIMMYT, abordó de los retos ambientales, políticos y económicos que existen y las alternativas que ofrecen las tecnologías para tratar de resolverlos.
Además comentó que es necesario tomar conciencia de los problemas que se tienen actualmente para que no pasen desapercibidos porque “México actualmente es autosuficiente en la producción de maíz blanco, pero hay deficiencia en la producción de maíz amarillo y por su posición especial en el globo terráqueo es más propenso a un efecto muy dramático del cambio climático en la producción, lo que invita a los productores a invertir en tecnología y nuevas prácticas agrícolas para estar preparados”, manifestó.
Como parte de su participación, la Dra. Palacios citó ejemplos del desarrollo de maíces con alto contenido de provitamina A que pueden servir para disminuir la deficiencia de Vitamina A, problema a nivel mundial, trabajo que se realiza en el CIMMYT.