Como parte de su programa de vinculación académica interinstitucional, el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) recibió la visita del doctor Marcos Edel Martínez Montero, profesor-investigador de la Universidad de Ciego de Ávila, Cuba, quien impartió la conferencia “Desarrollo y Perspectivas de la Crioconservación en Plantas”.
El especialista en ciencias agrícolas inició la charla haciendo un recorrido teórico sobre conceptos relacionados con la biodiversidad, preservación de especies in vitro, conservación in situ y ex situ y diversidad genética, para posteriormente enfocarse en la crioconservación de plantas, tema sobre el cual expuso los antecedentes, retos y la relevancia que le brinda un lugar preponderante en la investigación científica.
El experto explicó que el mundo enfrenta problemáticas con el cultivo tradicional, ya que este se expone a pestes y a enfermedades, desastres naturales, sequías, condiciones climáticas adversas, errores humanos, etcétera. Además, la agricultura está sujeta a decisiones económicas para su impulso y para esto requiere de un mantenimiento costoso y grandes extensiones de tierra.
De acuerdo a Martínez Montero, en la crioconservación existe una gran oportunidad para enfrentar la inseguridad económica, climática y alimentaria ante la que nos sitúe el futuro, ya que unas de las ventajas que esta técnica brinda es que se aplica en espacios reducidos y permite que la planta se almacene por largos periodos de tiempo, aislada de la contaminación ambiental.
Comparado con otras metodologías de conservación en laboratorio, la crioconservación de plantas requiere un mantenimiento limitado y suspende el metabolismo, lo cual evita los procesos que reducen la variabilidad genética.
En México, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) trabaja en un programa en coordinación con el Centro Nacional de Recursos Genéticos (CNRG) para lograr la conservación de algunas especies que se encuentran en una condición crítica de prevalencia, un proyecto que mediáticamente ha sido llamado el “Arca de Noé del siglo XXI”.