Prevenir es la mejor estrategia para mitigar el dengue y la rickettsia
Las condiciones climatológicas de la temporada de verano son propicias para el incremento en la reproducción de los vectores que transmiten el dengue (mosquito Aedes aegyptiy) y la rickettsia (garrapata Rhipicephalus sanguineus), explicó Rogerio Sotelo Mundo, académico del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD).
De acuerdo a informes de las autoridades en salud de Sonora, ambas enfermedades han tenido un repunte de casos en los últimos meses, pues se estima que el aumento de las lluvias favorece la presencia de ambos insectos.
El investigador del CIAD indicó que la mejor forma de contrarrestar esta situación es redoblar esfuerzos por atender las instrucciones de las campañas gubernamentales sobre limpieza e higiene en el hogar para evitar la reproducción de los vectores.
Eliminar depósitos de agua descubiertos como recipientes o charcos es una de las recomendaciones, pues son los lugares idóneos para la reproducción del mosquito. De igual forma, cuidar la higiene de nuestras mascotas y mantener limpias las paredes de nuestro hogar, es una estrategia para evitar la llegada de la fiebre manchada o rickettsiosis a nuestro hogar, señaló.
Una colaboración interinstitucional
Sotelo Mundo agregó que el equipo de investigación que encabeza en el Laboratorio de Estructura Biomolecular de la Coordinación de Tecnología de Alimentos de Origen Animal del CIAD, junto con Karina García Orozco y Ana Carolina Gómez, en colaboración con Julia Estrella Munguía, Julio García Puga y Ramón Robles Zepeda, académicos de la Universidad de Sonora (Unison), actualmente se enfoca en la investigación para el desarrollo de métodos diagnósticos moleculares.
“Actualmente no existe una vacuna para ninguna de los dos padecimientos. Sin embargo, nuestro equipo de investigación busca una tecnología para detectar tempranamente la enfermedad, principalmente en poblaciones vulnerables, que suelen ser las más afectadas por dengue y rickettsia”, señaló.
En ese sentido, Julia Munguía Nolan, académica del posgrado en Ciencias de la Salud de la Unison, quien es integrante del grupo de investigación, agregó que en Sonora ambas enfermedades son más recurrentes en poblaciones vulnerables, principalmente porque su riesgo se eleva debido a factores como su situación laboral y socioeconómica y al desconocimiento de cuáles son las medidas de prevención.
“Comúnmente se cree que la garrapata solo puede afectar a los perros; sin embargo, la evidencia científica nos indica que el 90% de la vida de este insecto se manifiesta fuera del huésped, es decir, en humanos, mamíferos o a la intemperie”, añadió la investigadora.
Fumigación poco efectiva
Aunque es una práctica común en los municipios, la fumigación no es un método efectivo para combatir a los mosquitos y garrapatas, pues existe sustento científico que indica que estos invertebrados desarrollan genes de resistencia intergeneracionalmente. “Desafortunadamente, de manera similar a lo que hemos visto con variantes del SARS-CoV-2, virus causante del covid-19, estos vectores se vuelven resistentes a plaguicidas y productos químicos”, manifestó el profesor del CIAD.
En el contexto anterior, ahondó que en el CIAD existe una línea de investigación que busca compuestos naturales que permitan eliminar bacterias, hongos y fauna nociva, que sean menos tóxicos para el humano y el ambiente, y que al mismo tiempo no permitan el desarrollo de resistencia en las plagas. No obstante, agregó, en el caso específico del dengue y la rickettsia, por ahora la prevención es la mejor opción para evitar la infestación.
También mencionó que la comunicación a través de las diversos lenguas originarias que existen en el estado es una herramienta transdisciplinaria en la que han trabajado para hacer llegar información preventiva valiosa a estas comunidades; esto con la colaboración de profesora Zarina Estrada Fernández y su equipo del Departamento de Letras y Lingüística de la Unison.
Por último, adelantó que, como avance del proyecto de investigación en curso, se ha logrado identificar que en el caso de los perros hay una respuesta molecular al ser mordidos por una garrapata, ya que se encontró que estos desarrollan una reacción inmune. “Próximamente empezaremos a identificar esta susceptibilidad en poblaciones de Sonora que han estado expuestas a la fiebre manchada, donde evaluaremos de manera transdisciplinaria factores sociales, económicos y los relacionados con la salud para analizar la situación en diferentes regiones”, concluyó.