¿Qué hacer con el aceite vegetal usado?
La cantidad de desechos que producimos a nivel global ha aumentado de manera muy rápida en los últimos años. De acuerdo con el Banco Mundial (2018), al año se generan 2,010 millones de toneladas de desechos sólidos en el planeta, manifestación de que actualmente vivimos las consecuencias de una sociedad basada en la cultura de usar y tirar.
Debido a ese estilo de vida “descartable”, se proyecta que la cantidad de desechos a nivel mundial aumente 70% en los próximos treinta años, por lo que, si no se toman medidas urgentes y se continúa soslayando el problema, vivir entre la basura será parte del día a día en cualquier rincón del globo terráqueo.
El enfoque del reciclado se ha centrado en los residuos que representan un alto porcentaje de la basura, como la materia orgánica o los plásticos, por el tiempo que estos tardan en degradarse; sin embargo, una parte de estos residuos históricamente se ha ignorado y cada vez exige mayor atención: el aceite de cocina, que se utiliza en prácticamente todos los hogares mexicanos, el cual es preocupante porque un solo litro de aceite puede contaminar mil litros de agua.
Los aceites vegetales, cuyo consumo se ha incrementado en las últimas décadas, son considerados importantes en la dieta global, ya que se utilizan para freír, guisar y sazonar, y su uso depende del gusto de las personas. De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (2019), en México el consumo per cápita de aceite es de diez litros por año.
Desde el punto de vista del cuidado a la salud, se recomienda que el aceite tenga un solo uso porque el sobrecalentamiento frecuente produce sustancias tóxicas para el ser humano, así que tarde o temprano una parte del aceite usado tiene que ser desechado, y comúnmente se vacía a la coladera o se mezcla con la basura doméstica.
¿Alguna vez te has preguntado si estás depositando el aceite en el lugar correcto?
Muchas personas no se han cuestionado esto y tampoco saben que, cuando el aceite es vaciado en los desagües urbanos, esto tiene grandes impactos en el drenaje o la basura, tales como:
- Problemas en las tuberías de nuestras casas, obstruyendo y generando malos olores y creando un alimento ideal para las plagas (como ratas y cucarachas)
- Acumulación en la red de drenaje, ya que el aceite vegetal mezclado con jabones y detergentes se convierte en un sólido que se adhiere a las tuberías o canales, produciendo una reducción en la capacidad de caudal, lo que en época de lluvias contibuye a las inundaciones
- Aumenta los costos de operación de las plantas de tratamiento de aguas residuales, donde el aceite es retirado del sistema
- Contaminación en cuencas internas, el mar y los acuíferos, formando una película superficial que afecta el intercambio de oxígeno con la vida marina, dañando al ecosistema y a las especies que lo habitan, además de que se adhiere al plumaje de aves y al pelaje de mamíferos
- Bioacumulación de dioxinas en la cadena de alimentos del ser humano, lo cual contribuye al desarrollo de algunas enfermedades como el cáncer.
- Contaminación del suelo, ya que eventualmente puede filtrarse y llegar a un cuerpo de agua subterráneo o superficial
- Pérdida de la posibilidad de reciclar o reusar algunos de los residuos que estuvieron en contacto con el aceite
Si el desagüe de nuestras casas no es el lugar correcto, entonces, ¿dónde debemos colocar el aceite usado?
El primer paso después de usarlo es dejarlo enfriar y después colocarlo en una botella de plástico con tapadera (tipo PET). Cuando tengas la botella llena, ubica un punto de acopio en tu localidad y allí se encargarán de darle la disposición adecuada que no impacte el medio ambiente; incluso en algunos lugares reutilizan este aceite en procesos distintos al alimenticio.
Existen muchos centros de acopio en México, así que te invitamos a que investigues si en tu ciudad hay alguno y contribuye con esta actividad al cuidado del medio ambiente. Y cuando estés preparando tus siguientes papas a la francesa, recuerda que, después de comerlas, el aceite lo puedes poner en cualquier botella de plástico y con eso estarás ayudando al planeta, a la vez que contribuirás a evitar muchos problemas urbanos y de salud.
Colaboración de María Carolina Ceballos Bernal, educadora ambiental de la Coordinación Regional Mazatlán del CIAD.