¿Qué significa la basura? Prácticas sociales y habitus
El acelerado desarrollo contemporáneo y la falta de planeación en las ciudades ha ocasionado que actualmente la gestión a nivel local de la abundancia de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) sea un reto enorme para todos los gobiernos. Su manejo impele a acciones concisas y esfuerzos concertados para lograr su reducción (Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal, 2018).
Son contemplados como RSU todos aquellos desechos resultantes de la eliminación de cualquier material utilizado en la actividad doméstica por consumo de productos, sus embalajes, empaques y envases. También son considerados aquellos con rasgos domiciliarios procedentes de actividades de establecimientos o provenientes del aseo en las vías o espacios públicos, a menos de que sean definidos como otro tipo de residuos (Semarnat, 2017).
Inconvenientemente, este tipo de desechos son asumidos por lo común como “basura”, término despectivo que debe su connotación negativa debido al lugar que ocupan al ser tirados en el suelo en los espacios públicos o en un bote en el espacio doméstico (Mancheno, 2014, en una cita a Leonard, 2010). El incremento en la generación de los residuos en los espacios públicos urbanos y naturales, originado por una ineficiente política, tiene múltiples afectaciones, de tipo sanitario, público, ambiental y social, entre otras dimensiones (Macías, Páez y Torres, 2018, p. 5). Por tanto, para poder recuperar el valor que les corresponde a los RSU e ingresar al ciclo de producción se requiere que sean incorporados al sistema de recolección municipal a través de una adecuada separación, sólo así podrán optimizarse los materiales de manera integral hasta alcanzar la sustentabilidad (Bernache, Bazdresch y Moreno, 1998, p. 35).
Antecedentes
En 2018 la ciudad de Guaymas, Sonora, se vio envuelta de manera reiterativa en una crisis de la basura provocada por la carencia de recolección de los residuos domiciliarios por parte de la empresa concesionada Promotora Ambiental, S. A. de C. V. (PASA). En 2006, en consonancia con las políticas públicas de descentralización y privatización de los años noventa, esta obtuvo un contrato para recoger, trasladar y enterrar los RSU en un relleno sanitario por un período de 15 años (Camberos y Bracamonte, 2010, pp. 26-27). Dicho servicio repetidamente dejó de prestarse con la frecuencia establecida en el contrato por la deuda acumulada, misma que era tan alta que sobrepasaba la capacidad financiera del ayuntamiento para pagar mensualmente el monto acordado.
Las “reformas de segunda generación” de la década de los noventa, que abrieron las puertas a las empresas al privatizar los servicios públicos, suponían la mejoría de los procesos y la reducción de los costos. Dichas políticas pretendían hacer eficiente la calidad del servicio, además de fomentar la conciencia de la ciudadanía sobre lo público a través de la participación ciudadana (Zurbriggen 2011, pp. 38, 40, 46, 119).
El problema propiciado no fue sólo el desorden por la acumulación de RSU en los espacios públicos y a nivel domiciliario, sino que se creó un escenario de suciedad, al cual se habituaron las personas, suscitando el fenómeno “basura llama a basura”, que fomentó así prácticas sociales dañinas, tales como arrojar la basura en las calles o playas, porque ya había otra tirada antes.
La investigación
Un estudio realizado en el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) tuvo el objetivo de entender qué significa “basura” para los hombres y las mujeres guaymeses, pero también de comprender cómo eran sus prácticas de la basura (DLB), en los espacios privados y públicos y el porqué de ellas. Se intentó además saber cómo habían sido sus experiencias con el servicio de PASA y de quién consideraban que era responsabilidad la basura, así como los efectos del consumismo en sus prácticas DLB.
La metodología utilizada fue cualitativa, descriptiva, bajo una perspectiva constructivista, que entiende que todos los fenómenos son construcciones sociales, producto de la interacción en un espacio y tiempo determinado (Krause, 1995, pp. 21 y 24). Se realizó etnografía en San Carlos y en Guaymas durante cinco meses y medio, pues es posible ver “patrones de significado” en los símbolos, como parte de un proceso histórico inseparable de la cultura (Geertz, 1989, pp. 89-91). Las técnicas de investigación empleadas fueron la observación y la conversación casual y se aplicó entrevista semiestructurada a cinco hombres y a cinco mujeres de tres colonias de Guaymas, de clase social baja, media y alta. Asimismo, fueron entrevistados cuatro sujetos clave relacionados con la basura.
Los hallazgos
Los principales hallazgos señalan un habitus colectivo de suciedad instalado en el contexto de estudio; es decir “esquemas de percepción, de apreciación y de acción” generados por la socialización temprana, durante largo tiempo, de estructuras objetivas productoras de prácticas sociales (Bourdieu, 1991, pp. 26 y 151). Estas concuerdan con la forma de significar la basura de ambos géneros, siendo los hombres más reactivos (rechazo) a la suciedad, pero sin participar tanto en su manejo con ella, como lo manifiestan las mujeres.
Para ambos géneros, todo aquello que huele mal, que no tiene utilidad, no se quiere, no se usa por ser viejo o estar deteriorado, significa “basura”; por ende, hay que alejarla del espacio privado rápidamente, con estrategias diferenciadas por clase, muchas dañinas, como trasladar la basura y amontonarla en recipientes que ya están llenos, tirarla en el monte, quemarla o pagarle a alguien para que se la lleve, ya que la basura representa un “cochinero”, código in vivo’ que destaca la voz del hablante (Saldaña, 2013, p. 23), término más repetitivo en la clase baja. En este segmento social se desarrolló una familiarización con la basura, generando prácticas inadecuadas semejantes a las que las originaron, a causa de la prolongada convivencia con el desorden propiciado por la ineficiencia de la empresa concesionada, la cual incumplió el contrato, al no brindar un servicio óptimo.
Los niños y niñas con una socialización primaria en prácticas del manejo de la basura mostraron mayor conciencia y sentido de responsabilidad que aquellos individuos socializados en entornos de suciedad, pues desarrollaron un habitus de limpieza con disposiciones durables, según la misma lógica con las que se aprendieron.
Asimismo, se encontró que el consumismo habitual genera prácticas nocivas de la basura, que implican un rasgo de comportamiento antiecológico en los espacios públicos y en las playas, y les favorecen tres factores: actitudinal, cultural y público. También se encontraron hallazgos como los siguientes:
- La falta de botes de basura contribuye a la acumulación de esta en la vía pública.
- Prácticas culturales DLB de consumo-desecho ‘in situ’ indiferenciadas por género y edad: todos tiran la basura; se arroja por facilidad.
- Diferenciadamente los hombres tiran botes de cerveza vacíos y las mujeres y los niños tiran residuos de comida chatarra.
- La recolección de basura fue distinguida por clase social y por la propina aportada por el usuario al recolector, de forma voluntaria o coaccionada, más por las amas de casa.
- Se halló una desarticulación entre los organismos públicos encargados de la gestión de los RSU, así como la falta de supervisión del servicio contratado por parte del ayuntamiento
- La resignificación de la basura a RSU requiere exponer a los sujetos a campañas de educación ambiental, a fin de generar un cambio favorecedor en sus prácticas
Referencias
Bernache, G., Bazdresch, M., Cuéllarl J. L. y Moreno, F. (1998). Basura y
Metropoli: Gestión social y pública de los residuos sólidos municipales en la zona
metropolitana de Guadalajara. pp. 13-211. Guadalajara, México, Colegio de
Jalisco.
Bourdieu, P. (1991). El sentido práctico. Estructuras, habitus y prácticas,
Argentina, Siglo XXI.
Camberos, M. y Bracamontes, J. (2010). “El empobrecimiento de la clase media en México y en la frontera norte durante las últimas décadas del siglo XX, las políticas causales y las expectativas con la crisis actual”. Cofactor, 1(2): 25-45. Disponible en: https://cofactor.edomex.gob.mx/sites/cofactor.edomex.gob.mx/files/files/cofactor_pdf_a rticulo2_n2.pdf.
Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (2018). “Desarrollar soluciones sobre el manejo de residuos sólidos es un reto y una responsabilidad que tienen los gobiernos municipales”. Disponible en: https://www.gob.mx/inafed/articulos/desarrollar-soluciones-sobre-el-manejo-de-residuos-solidos-es-un-reto-y-una-responsabilidad-que-tienen-los-gobiernos-municipales.
Geertz, C. (1989). La interpretación de las culturas. La religión como sistema cultural, Barcelona, Gedisa.
Krause, M. (1995). La investigación cualitativa, un campo de posibilidades y desafíos. Temas de Educación, 7. Disponible en: http://files.mytis.webnode.cl/200000020- f1c75f2c42/Krause,%20M.%3B%20La%20investigaci%C3%B3n%20cualitativa,%20u n%20campo%20de%20posibilidades%20y%20desaf%C3%ADos.pdf.
Macías, L., Páez, M. y Torres, G. (2018). La gestión integral de residuos sólidos urbanos desde una perspectiva territorial en el estado de Hidalgo y sus municipios. Tesis de maestría en planeación espacial. México. Disponible en: https://centrogeo.repositorioinstitucional.mx/jspui/bitstream/1012/281/1/78-2018-Tesis- MarstrosenPlaneacionEspacial.pdf.
Mancheno, G. (2014). El habitus ciudadano en la relación con la basura: estudio de dos barrios en Quito. Tesis de maestría en estudios socioambientales. Disponible en: https://repositorio.flacsoandes.edu.ec/bitstream/10469/7515/2/TFLACSO- 2014MGMP.pdf.
Saldaña, J. (2013). The coding Manual for Qualitative Researchers. Codifying and categorizing. Sage Publications, Londres, pp. 1-282.
Semarnat (2017). Residuos sólidos urbanos y de manejo especial. Introducción al tema de manejo de residuos. Disponible en: https://www.gob.mx/semarnat/acciones-y-programas/residuos-solidos-urbanos-y-de-manejo-especial.
Zurbriggen, C. (2011). Gobernanza: una mirada desde América Latina. Perfiles Latinoamericanos, 19(38), pp. 39-64. Disponible en: https://perfilesla.flacso.edu.mx/index.php/perfilesla/article/view/124.
Autora: Diana Blanca Cirett Galán, egresada del doctorado en Desarrollo Regional del CIAD, bajo la dirección del investigador Guillermo Núñez Noriega.