Con miras a identificar los genes que están relacionados con las características favorables para la comercialización del mango como la firmeza, el color, sabor y olor, el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), realiza estudios moleculares de la variedad del mango “Ataulfo” para entender los procesos bioquímicos que permitan a largo plazo retardar su maduración y alargar la vida de anaquel.
La Dra. María Auxiliadora Islas Osuna, investigadora de la Coordinación de Tecnología de Alimentos de Origen Vegetal (CTAOV), recibió la aprobación de un proyecto de la convocatoria de Ciencia Básica del CONACYT con esta temática.
“El Mango “Ataulfo” es un fruto muy apreciado, se consume en todo el país y también se exporta mucho, es un fruto muy atractivo por su aroma, sabor y color, pero sufre de rápido ablandamiento y la vida de anaquel es muy corta. El conocimiento básico de los procesos de la maduración nos permitirá en el futuro desarrollar tecnologías que retarden la maduración”, explicó.
El proyecto se denomina “Estudios moleculares de la maduración del mango Ataulfo (Mangifera indica L.): uso de la transcriptómica para identificar los genes responsables de la perdida de firmeza”, donde la transcriptómica se define como el hecho de conocer la expresión de genes de forma global de un tejido, ver la pulpa del mango verde (madurez fisiológica), cómo se cosecha y determinar qué pasa cuando está en ese estado y luego cuando ya madura, abundó la investigadora.
“A partir de estos estudios se contará al final un catálogo de genes expresados en fruto verde y maduro, entonces de esa información vamos a escoger las familias de genes con las que queremos seguir trabajando”… “como nosotros lo vemos en el supermercado es como lo consumimos, entonces queremos conocer la diferencia entre estos genes. El cambio entre el mango verde hacia maduro es muy rápido, ocurren cambios en aroma y firmeza, entonces buscaremos la información genética que abarcan miles de genes en una sola reacción que explican molecularmente estos procesos” señaló la Dra. Islas Osuna.
Comentó que este proyecto está enfocado a tratamientos postcosecha donde se involucra también el medio ambiente y otros factores, y en este caso se analizará por espacio de tres años que sucede a nivel de genes con el fruto, cómo se modula su expresión “porque se debe considerar el tiempo de transporte cuando se exporta, muchas veces se requieres hasta dos semanas o más de siete días cuando el producto viaja en barco y el principal problema es que es de ablandamiento muy rápido y la vida de anaquel es muy corta y se busca modificar ese proceso”.
En el estudio participan la Dra. María Dolores Muy Rangel, investigadora de CIAD Culiacán y de CIAD Hermosillo los doctores Carmen Contreras Vergara, Miguel Ángel Martínez Téllez, Gloria Yepiz Plascencia y Marisela Rivera Domínguez. Colabora también el Dr. Sergio Casas Flores del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICyT).
Cabe mencionar que con esta investigación también se trabajará en la formación de estudiantes de doctorado y de maestría.