Estar siempre alerta sobre la posibilidad de sufrir alguna complicación como la hipoglucemia, recomienda el Dr. Julián Esparza Romero a los pacientes diabéticos que reciben insulina, ante la presencia de síntomas que pueden pasarse como inadvertidos como un estado de confusión, pérdida de conciencia, convulsiones o algún otro de mayor seriedad.
El doctor en Epidemiología por la Universidad de Arizona e investigador del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A.C. (CIAD), explicó que la hipoglucemia es una condición que se presenta en el paciente diabético caracterizada por presentar valores anormalmente bajos de glucosa o azúcar en la sangre y se encuentra asociado con un riesgo elevado de sufrir alguna alteración en la salud.
Los pacientes diabéticos con mayor riesgo de hipoglucemia son aquellos en los que la insulina producida por su cuerpo es nula o deficiente, como es el caso de pacientes con diabetes tipo 1 o los pacientes con diabetes tipo 2 en estado avanzado, señaló. De igual manera, el riesgo de hipoglucemia se incrementa conforme transcurren los años con la enfermedad.
El daño a la salud debido a los niveles bajos de glucosa varía entre personas diabéticas, manifestó el investigador de la Coordinación de Nutrición del CIAD. La hipoglucemia y el miedo a padecerla se han asociado con una pérdida a la calidad de vida, así como el tipo de sus actividades diarias. Por ejemplo “tener un evento de hipoglucemia durante la noche provoca que la persona no se sienta con buen estado de ánimo el día siguiente debido a la pérdida en número y calidad de horas de sueño. Por otra parte, los pacientes con episodios recurrentes de hipoglucemia presentan trastornos crónicos de estados de ánimo, incluyendo depresión y ansiedad.
Entre las estrategias para prevenir la hipoglucemia, el investigador del CIAD mencionó algunas muy efectivas para reducir su riesgo: educación para la diabetes tanto en el paciente como en familiares cercanos, es decir, aumentar la capacidad de reconocimiento de síntomas de hipoglucemia, así como la habilidad de tratar apropiadamente los episodios con el consumo de carbohidratos o glucagón.
Otra de las recomendaciones es hacer modificaciones en la dieta y la actividad física, ajustes en relación con el tratamiento farmacológico, auto monitoreo cuidados de los niveles de glucosa y un seguimiento a conciencia del paciente diabético por parte del médico.