Cualquier tipo de alimento debe ser seguro para el consumo humano, es decir, no causarle enfermedades, es por ello que el Dr. Fernando Ayala Zavala, enlista diferentes pasos para reducir los riesgos de contaminación bacteriana.
El investigador de la Coordinación de Tecnología de Alimentos de Origen Vegetal (CTAOV), del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A.C. (CIAD), manifestó que el consumo de alimentos saludables es una consigna para la población mundial, alimentos ricos es vitaminas, minerales, fibras, antioxidantes, bajos en sodio, y colesterol, entre otros, son los más recomendados.
Una acción importante dijo, es separar los alimentos crudos de los ya cocinados o listos para comer; es decir, pescados, carnes y pollo deben ser separados de ensaladas, frutas y verduras que serán consumidos sin cocinarlos. De esta manera, las bacterias que vienen en los alimentos crudos no pasarán a los alimentos que se consumirán de forma inmediata.
Destaca que el primer paso para reducir riesgos, es hacer una selección adecuada de los alimentos basándose en su calidad y frescura, y sobre todo alimentos almacenados en condiciones higiénicas.
“El comprar un alimento limpio que tenga color, olor, sabor y textura característicos, puede indicar que un menor número de bacterias puedan estar presentes”, indicó. Lo anterior lo menciona considerando que existen bacterias que causan que los alimentos pierdan su frescura cuando crecen.
Sin embargo dijo, que es importante resaltar que las bacterias que causan enfermedades normalmente no causan cambios en la frescura del alimento, es decir, pueden estar presentes. Por lo que además de una selección adecuada, es necesario llevar a cabo otros pasos para seguir reduciendo el riesgo de infecciones.
Como segundo paso se recomienda hacer un transporte y almacenamiento adecuado de los alimentos desde la tienda hasta el refrigerador en casa, es decir, se deben evitar transportes prolongados y tener mayor cuidado con alimentos que se almacenan en refrigeración. La sugerencia es que no se deje un alimento por más de dos horas a temperatura de 25°C, lo que es más crítico para regiones como Sonora donde las temperaturas son más altas.
Cuando no es posible viajar del súper directo a la casa, el Dr. Ayala Zavala recomendó utilizar hieleras que son efectivas en viajes prolongados y así solucionar el problema.
Como tercer paso, el investigador de CIAD cita que para la preparación y cocinado adecuado de los alimentos para su consumo, se requiere además, el tener una cocina y utensilios limpios y que el responsable de prepararlos atienda las medidas de higiene, además de evitar contaminarlos durante su elaboración.
“Lo recomendable es iniciar con un lavado de manos con agua y jabón, antes de la manipulación de alimentos. El lavado debe ser por no menos de 20 segundos antes y después de tener contacto con los alimentos, además de considerar los desinfectantes a utilizar en los utensilios para su elaboración.
Por su parte Melvin Roberto Tapia Rodríguez, colaborador del Laboratorio de Tecnologías Emergentes, precisó que en los alimentos cocinados como asados, guisados y rostizados, es necesario utilizar una temperatura apropiada (˃72°C) para reducir la carga de microoganismos del alimento. En esta parte se recomienda utilizar un termómetro durante el cocinado y asegurar que se alcance la temperatura adecuada.
El doctor recordó que una vez que el alimento esté cocinado, no debe pasar mucho tiempo sin refrigerar en caso de que no se vaya a consumir de inmediato, por lo que se recomienda enfriarlo lo antes posible y cuando se decida su consumo, recalentarlo a la temperatura recomendada.
Como último paso, el investigador recomienda limpiar y desinfectar las superficies de cocina y utensilios para evitar que crezcan bacterias en los residuos y que contaminen nuestros alimentos en futuras preparaciones.
Comentó que siguiendo estas recomendaciones se puede reducir el riesgo de enfermar por el consumo de alimentos contaminados con bacterias y obtener todos los beneficios nutritivos que estos nos proporcionan.
Entre las enfermedades más comunes asociadas al consumo de alimentos mencionó, se encuentran las gastrointestinales, causadas por la presencia de bacterias dañinas, siendo los alimentos, por su alto contenido de nutrientes, un medio apropiado para promover el crecimiento bacteriano.
Además existen otros factores que pueden promover su crecimiento como: temperaturas altas, un cocinado inadecuado y lo más común, la falta de higiene durante su preparación y consumo, finalizó.