Un equipo de investigación integrado por académicos del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) y expertos estadounidenses fue reconocido con el segundo lugar del Premio en Investigación en Nutrición 2017 por sus hallazgos sobre el estudio de la diabetes.
Con el trabajo Aumento en diabetes tipo 2 y obesidad en indios pima y no-pima de México durante un periodo de 15 años: efecto del estilo de vida, el grupo liderado por el Dr. Julián Esparza Romero fue distinguido en la categoría Investigación Aplicada.
Desde 1991 Esparza Romero se ha dedicado a analizar la diabetes y obesidad en las comunidades pima de Maycoba, Sonora, México, y Arizona, EE.UU., con el propósito de determinar la importancia de los factores ambientales en el desarrollo de dichos padecimientos.
Las razones que motivaron al investigador del CIAD a emprender este proyecto es que sobre los pimas de Estados Unidos existe un seguimiento académico que data desde 1965, donde se ha demostrado que este grupo de personas son muy propensas a la obesidad y la diabetes, presentando la prevalencia de diabetes más alta a nivel mundial.
Dicha comunidad, que se caracteriza por llevar un estilo de vida occidentalizado, con dietas altas en grasas y bajos niveles de actividad física, contrasta con el de los pimas que radican en Sonora, con quienes comparten el mismo origen étnico, lo que propiciaba las condiciones para realizar un estudio comparativo.
En las conclusiones presentadas en 1995, Esparza Romero encontró que la prevalencia de diabetes y obesidad fue mucho menor en los indígenas mexicanos que en los estadounidenses, debido a que los primeros realizaban un mayor gasto de energía por actividad física y llevaban una dieta baja en grasa y con mayor fibra dietaria, lo cual funcionaba como factores protectores.
Para lo anterior fue necesario establecer un protocolo de investigación que cuidara utilizar similares procedimientos de reclutamiento y colección de información en ambas poblaciones, con el fin de salvaguardar la confiabilidad de las mediciones bioquímicas y sus resultados.
Quince años después, tras ver los cambios que había experimentado la etnia sonorense en su comunidad, que en 2010 ya contaba con energía eléctrica, agua entubada, televisión satelital, tiendas de conveniencia, aumento en vehículos, aparición de programas gubernamentales de apoyo social y apertura de empresas privadas, el grupo de investigación consideró importante repetir el estudio.
El nuevo proyecto planteó el objetivo de evaluar los cambios en la prevalencia de diabetes tipo 2 y obesidad en las mismas comunidades durante el periodo de 1995-2010 y su asociación con los cambios en el estilo de vida, principalmente en lo referente a la dieta y la actividad física, pero ahora agregando el índice de modernidad como un factor importante.
Gracias, nuevamente, al acceso de fondos económicos del Instituto Nacional de Salud (EE.UU.), los científicos del CIAD y del Instituto Nacional de Salud descubrieron que la prevalencia de diabetes aumentó de 1995 a 2010 en los hombres no-pimas (personas residentes en la comunidad que no comparten el origen étnico) y en menor grado en mujeres de ambos grupos.
Asimismo, encontraron que los índices de obesidad aumentaron en pimas y en no-pimas de ambos sexos. Dichos aumentos ocurrieron de manera concomitante a la transición de un estilo de vida muy tradicional a uno más moderno. Sin embargo, el hecho de que los pimas hombres mantuvieran una actividad física demandante ocasionó que estos no tuvieran aumento en diabetes, aunque hayan presentado obesidad.
Estos hallazgos, fruto de casi dos décadas en el estudio de la diabetes, y que le han merecido el segundo lugar en el Premio en Investigación en Nutrición 2017, significan una prueba fehaciente de que un estilo de vida basado en el ejercicio moderado y en una dieta rica en fibra y baja en grasas puede proteger al ser humano de desarrollar diabetes y obesidad, independientemente de su predisposición genética, concluyó Esparza Romero.