La nuez pecanera que se cosecha en la costa de Hermosillo está siendo afectada hasta en un 45 por ciento por viviparidad, es decir, la semilla empieza a germinar prematuramente cuando aún está adherida al árbol, lo que quiere decir que se afecta el mismo porcentaje de la producción anual.
El científico del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), Miguel Ángel Martínez Téllez, advirtió que esto puede significar pérdidas de millones de dólares para los productores de nuez “esto ocurre en regiones de climas cálidos como lo es Sonora, principalmente la zona de Hermosillo donde se produce principalmente los cultivares de nuez “Western” y “Wíchita”, precisó.
Aunque no hay una explicación clara de porqué ocurre el problema, se ha detectado que se ha venido agravando con el tiempo, viéndose afectados principalmente los huertos que se encuentran en la Costa de Hermosillo, abundó.
Martínez Téllez advirtió que cuando se presenta el problema de nueces germinadas quiere decir que la calidad del producto disminuye y eso se castiga en el precio, es decir, su valor comercial se reduce y se afecta la producción.
“Estamos trabajando en la búsqueda de una explicación de qué es lo que está ocurriendo dentro de la nuez, estamos investigando el papel de la síntesis de hormonas vegetales que están relacionadas con los procesos de germinación de las semillas y del letargo de éstas, que es el problema que se tiene”, dijo.
Las condiciones de clima, elevada humedad y temperatura no están permitiendo que el período de reposo que necesita la semilla se concluya y eso hace que la nuez se germine, aun cuando el ruezno, o corteza exterior del fruto, no haya liberado el producto, explicó.
“El comportamiento normal es que la maduración del ruezno y la nuez sea simultaneo; al pasar esto, el ruezno se seca y libera a la nuez. Sin embargo, esto es lo que no está ocurriendo, el ruezno permanece cerrado presentándose viviparidad hasta en un 45 por ciento de la producción de nuez, lo que quiere decir que la cosecha se afecta en ese mismo porcentaje, sobre todo en la Costa de Hermosillo”.
Citó que en estados como Chihuahua, donde las condiciones climáticas son distintas, el problema de viviparidad es apenas del uno por ciento, lo que hasta el momento no representa un problema.
Para llegar a estos resultados explicó el investigador, el CIAD realizó un monitoreo en dos zonas productoras: la Costa de Hermosillo y la región de Baviácora, donde las condiciones climáticas son distintas y estos resultados se presentaron en el Simposio Internacional del Nogal Pecanero en el mes de septiembre, reiteró.
Con esta información, el grupo de investigación apoyado por la Fundación Produce Sonora, está monitoreando los niveles de hormona, que hacen que las semillas permanezcan en baja actividad metabólica, evitando que se germine de manera anticipada, lo que se le llama viviparidad para buscar una solución definitiva al problema.
“También estamos trabajando en la aplicación de tratamientos, para inducir cosechas tempranas que reduzcan este desorden fisiológico y mantener la viabilidad económica del cultivo”, finalizó.