Salina de Lobos, refugio para las aves acuáticas
El Complejo Lagunar Bahía Guásimas-Estero Lobos es de los mayores sistemas de humedales costeros del noroeste de México. Posee reconocimiento como sitio Ramsar (convención relativa a los humedales de importancia internacional, especialmente como hábitat de aves acuáticas), AICA (Área Importante para la Conservación de las Aves), RHRAP (Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras) de “importancia regional” y es parte del Área de Protección de Flora y Fauna Islas del Golfo de California-Sonora.
Un componente importante para esas asignaciones es la diversidad de aves acuáticas, las cuales usan los diferentes hábitats en temporada migratoria y reproductiva. Pero, como todo ecosistema costero, presenta una serie de perturbaciones que afectan a la avifauna, derivado de actividades productivas y crecimiento poblacional. La pérdida y fragmentación del hábitat, la entrada de agua residual agrícola y urbana y la alteración en los ciclos físicos y biológicos, son los factores más importantes.
En el extremo sur del sistema se encuentra un hábitat novedoso que representa una oportunidad para el manejo de las poblaciones de aves y su entorno. La Salina de Lobos, de la empresa Sales del Valle, S.A. de C.V., tiene una superficie de 1,600 ha., y es donde las aves migratorias en su ruta del Pacífico han encontrado alimento abundante y disponible en los diferentes estanques, además de lugares para el descanso y la reproducción en zonas planas y bordos.
El Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) y Sales del Valle, junto con varios socios, y con evidencias de que en la Salina se presentaban especies y abundancias importantes de estas, propusieron el proyecto “Promoción de acciones para la conservación del hábitat de aves acuáticas en Sonora, México”, el cual fue financiado por el Sonoran Joint Venture en 2020.
El proyecto tiene como objetivo general fortalecer la capacidad de la Salina para implementar programas de conservación en favor de las aves acuáticas, y como objetivos específicos la capacitación de personal y de la comunidad local para el monitoreo de aves, así como la caracterización de las poblaciones de aves acuáticas y su hábitat, las amenazas presentes y la propuesta de acciones encaminadas a mejorar sus condiciones.
Para determinar la riqueza y abundancia de especies migratorias, se realizaron censos de octubre de 2020 a febrero de 2021. En los meses de abril a julio de 2021 se realizó el seguimiento de las especies reproductivas. Los resultados indican que hay más de seis mil individuos de 53 especies que visitan la salina durante los meses de migración, siendo el grupo de las aves playeras el de mayor abundancia y diversidad (sobresalen el playero occidental, Calidris mauri; el playero blanco, Calidris alba, y la monjita americana, Himantopus mexicanus). Otros grupos importantes son las aves marinas, anátidos y un gran número de zambullidores (familia Podicipedidae).
Se registró la reproducción de cinco especies: chorlito nevado (Charadrius nivosus): 34 parejas; chorlito de pico grueso (Charadrius wilsonia): 34 parejas; charrán menor (Sternula antillarum): 8 parejas; monjita americana (Himantopus mexicanus): 21 parejas, y ostrero americano (Haematopus palliatus): 3 parejas.
Los nidos se localizaron en cuatro zonas principales y dispersos en los bordos de los estanques. Se identificaron agentes de disturbio, por lo que se propusieron medidas de conservación para mejorar el hábitat: la construcción de un bordo que delimita 12.6 ha de un polígono para proteger nidos y la construcción de montículos para evitar inundación de zonas bajas. Además, se planea usar cercos exclusivos para la protección de nidos y promover una campaña de concientización a la población de Bahía de Lobos mediante la realización del primer festival de aves y la capacitación del personal de la salina y de estudiantes del Instituto Tecnológico del Valle del Yaqui (ITVY).
Otro de los logros obtenidos fue la inclusión del sitio dentro de redes de monitoreo: Proyecto de Aves Playeras Migratorias, Red de Monitoreo de Chorlito Nevado en México y Red de Monitoreo de Aves de Marisma del Noroeste de México. También se tuvo la oportunidad de presentar una nota en la página oficial de la Red Hemisférica de Reservas para las Aves Playeras, donde se dio a conocer el proyecto.
La disponibilidad de colaboración de Sales del Valle con la academia ha dado los primeros resultados para consolidar la conservación de las aves acuáticas y sus hábitats. Esto no hubiera sido posible sin el apoyo del Sonoran Joint Venture, que hizo viable que iniciara este proyecto, una muestra de que el modelo de la pentahélice (gobierno, academia, industria, sociedad y ambiente) propuesto por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) puede dar frutos tangibles.
Colaboración de Germán Leyva García y Jaqueline García Hernández, investigadores de la Coordinación Regional Guaymas del CIAD.