Si se empieza a trabajar desde hoy en la educación nutricional y el cambio de hábitos en los niños, en dos generaciones se podrá observar un retroceso en las estadísticas de obesidad, aseguró el Dr. Humberto Astiazarán García, coordinador de Nutrición del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A.C. (CIAD).
“Lo que se espera de las futuras generaciones es lograr que puedan tomar un alimento, ver la etiqueta nutricional, saber que contiene y decidir si lo consume o no, es decir, empoderar a la población de que conozca lo que debe de consumir y que con su decisión esté manejando lo que el mercado le ofrece y no al revés” dijo el investigador.
En más de 30 años de investigación por científicos del CIAD, agregó el Dr. Astiazarán García, se ha llegado a la conclusión de que se necesita educación, pero también existe otro problema, los productos tienen diferente costo y generalmente la energía es barata, se ha visto que el precio del carbohidrato va disminuyendo a medida que la obesidad va aumentando, lo que quiere decir que se está consumiendo más energía porque es barata.
Explicó que no se puede dejar aislado el concepto nutrición, del concepto economía, salud y educación, todo forma parte de generar una sociedad del conocimiento, informada, educada y que tenga la capacidad económica para ejercer su derecho de decisión, reiteró.
El coordinador de Nutrición precisó que las investigaciones han demostrado que la obesidad es más común en la gente con menor capacidad económica, sin embargo por ser un problema multifactorial también tiene que ver la educación, los buenos hábitos, la salud mental y corporal, es por eso que es importante que los adultos empiecen a modificar su actitud para que los cambios permeen en las futuras generaciones.
“Si vemos el problema desde el área de Salud Pública, un solo programa para la población no tendrá resultado si no se mejoran las características: ofrecer educación nutricional a los niños en las escuelas, realizar campañas abiertas a la población para los padres de familia, que se proporcione una alimentación sana, enseñar buenos hábitos de salud, aprender a cuidarse, etc.”, insistió.
Actualmente los adultos obesos implican un costo muy grande para los servicios de salud y se tiene que parar la epidemia de la obesidad, y para eso hay que enfocar las baterías en los niños, la obesidad como tal es mucho más que un problema estético, se asocia a otra serie de patologías: diabetes, enfermedades cardiovasculares, entre otras y si no se actúa en todos los niveles no habrá sistema de salud que soporte la carga de esta epidemia por más de 30 o 40 años, finalizó.