El mango es uno de los frutales más sobresalientes a nivel nacional y mundial. En México existen más de doscientos un mil hectáreas con una producción mayor a 1.9 millones de toneladas y un valor de la producción de 4.7 mil millones de pesos.
Sinaloa figura como uno de los estados productores y exportadores más importantes de mango en el país, además de ser esta especie el principal frutal en el estado con 30,604 hectárea, y un volumen de producción de 339,530 toneladas.
El sur de esta entidad presenta condiciones de clima y suelo favorables para el cultivo del mango; por ello, en los municipios de Rosario y Escuinapa se localiza el 80% de la superficie cultivada en el estado. En esta región destacan las variedades Ataulfo, Tommy Atkins, Kent y Keitt, con un periodo de cosecha que incluye los meses de mayo, junio y julio.
Dicha concentración de cosecha en un periodo corto afecta a los productores, debido a que el incremento de la oferta provoca caída del precio, tanto en el mercado nacional como internacional. Este problema, también afecta la economía de las familias en la región, al reducirse el tiempo de actividad en huertos y empaques.
Los productores de la región, basándose en observaciones empíricas, señalan que el cambio climático ha provocado que se reduzca el periodo de cosecha del mango, ya que, unos quince años atrás, los mangos se cosechaban en un periodo más amplio que incluía mayo, junio, julio agosto y septiembre.
En 2016, con la participación de la Universidad Tecnológica de Escuinapa, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), el campo Santiago Ixcuintla y el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), unidad Culiacán, y con la colaboración del Consejo para el Desarrollo Económico de Sinaloa (Codesin) y el Clúster del Mango Sinaloense, se participó en la convocatoria SIN-2016-01 (Fomix-SIN) con el proyecto titulado “Generación y validación de técnicas que permitan el adelanto y retraso de floración y cosecha del mango en Sinaloa”, con el objetivo de ampliar el periodo de cosecha de mango Ataulfo, Tommy Atkins, Kent y Keitt en el sur de la entidad.
El proyecto fue aprobado y se trabajó en el periodo de 2017-2019. Para adelantar la floración se utilizó el biorregulador paclobutrazol (PBZ) y nitrato de potasio (KNO3). El primero aplicado en el tronco del árbol y el segundo asperjado al follaje; con la aplicación de estos productos la cosecha se adelantó 18 días en mango Ataulfo, entre 16 y 29 días en Tommy Atkins, de 18 días en Kent y de 21 días en Keitt.
Para el retraso de la floración se usó ácido giberélico (AG3) al follaje, con resultado de retraso de la cosecha entre 28 y 54 días en mango Ataulfo, entre 18 y 29 días en Tommy Atkins, de 14 a 41 días en Kent y de 14 a 31 días en Keitt. Con este mismo propósito se practicó poda manual y poda química (se usó el biorregulador etefón) de la primera floración para promover una segunda floración tardía; con estas técnicas, la cosecha se retrasó entre 29 y 42 días en Ataulfo, 37 días en Tommy Atkins, entre 27 y 32 días en Kent y de 15 a 32 días en Keitt.
Tanto en el adelanto como en el retraso de cosecha, se evaluó la calidad del fruto de mango; se analizó firmeza, color externo e interno, sólidos solubles totales y acidez titulable, encontrándose calidad similar entre los frutos de cosechas tempranas o tardías, con los frutos de la cosecha normal.
Los productos sobresalientes del proyecto consistieron en el registro de un desarrollo tecnológico para el adelanto de cosecha del mango en el sur de Sinaloa y el avance en las estrategias para el retraso de cosecha. En este último aspecto se continuará trabajando en los próximos años, con el propósito de fortalecer la tecnología de retraso de cosecha del mango en el sur de Sinaloa.
Tomás Osuna Enciso. CIAD Unidad Culiacán.
María Hilda Pérez Barraza. INIFAP.
Cesar Oscar Martínez Alvarado. Universidad Tecnológica de Escuinapa.