Los alimentos listos para su consumo son alimentos procesados, cocidos y por lo regular congelados para que el consumidor los caliente ya sea en horno de microondas, convencional o en la sartén. Este tipo de alimentos son una respuesta de la industria alimenticia a los cambios de vida y sobre todo a la falta de tiempo para preparar los alimentos en casa. No son procesos novedosos, de hecho tienen su inicio en los Estados Unidos en la década de los 50’s.
En México estos productos no han tenido auge, sin embargo la industria cárnica ha empezado a desarrollar productos con valor agregado listos para su consumo. Se ha iniciado con productos tradicionales los cuales se ha puesto énfasis en evitar altos contenidos de grasa o carbohidratos. Además se trabaja en mejorar su calidad, diseñar empaques adecuados y en incorporar ingredientes que mejoren el producto nutricionalmente, manifestó el Dr. Juan Pedro Camou.
El científico del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A.C. (CIAD), explicó que parte de su trabajo en el Laboratorio de Carnes ha sido desarrollar productos para empresas de carne de res y puerco, específicamente en otros estados donde existe mercado para consumidores más abiertos a probar alimentos ya listos para su consumo, procesándose diferentes tipos de productos tradicionales: chiles en nogada, barbacoa estilo sinaloense o sonorense, entre otros.
“Lo bueno es que se pueden ofertar en diferentes presentaciones y eso tiene sus ventajas porque la porción puede ser para una persona, dos personas o una familia además esto ayuda al consumidor a tomar decisiones rápidas al buscar alimentos preparados disponibles en el supermercado que satisfagan su necesidad inmediata, ya que cada día hay menos tiempo para prepararlos por las actividades diarias y las distancias de traslado”, dijo.
Mencionó que hay estudios donde se han reportado que en los años 60´s el tiempo que invertía el ama de casa en la cocina para preparar los alimentos era de dos horas y en la actualidad es de tan sólo 20 minutos. Es por esto que se trabaja en el desarrollo de productos cárnicos listos para su consumo los cuales también se pueden combinar con vegetales, u otros productos que no sean de índole cárnico para balancear el platillo.
Además de carne de res o cerdo, los productos también pueden ser de pollo o pavo, comentó el investigador. Incluso el CIAD, en una ocasión presentó un proyecto donde se proponía utilizar cortes de bajo costo provenientes de vaca y toro, que es carne magra, es decir baja en grasa, donde la idea era utilizarla en alimentos listos para su consumo, donde se les daría un valor agregado a esos cortes y se aprovecharían para que llegara un alimento de bajo costo a la población.
El también coordinador de vinculación, agregó que en el caso de Sonora ya han trabajado en la elaboración de productos procesados tradicionales, tal es el caso de la carne con chile, cerdo en salsa verde, carnitas de cerdo, entre otros, comidas para las que hay mercado pero no existe una oferta en el rubro de platillos listos para su consumo por parte de las instituciones productoras de productos cárnicos.
En lo que si se trabaja de la mano con los rastros dijo, es en el buen manejo del ganado en vida con el fin de mejorar las características de calidad y estabilidad del producto que llega a la mesa.
Camou Arriola precisó que gran parte del trabajo realizado por el equipo de investigación en el Laboratorio de Carnes es estudiar la calidad de los diferentes tipos de carnes: bovino, ovino, porcino, avícola, así como también el mejoramiento de la calidad de productos cárnicos tradicionales y el desarrollo de productos cárnicos novedosos como son los cárnicos funcionales o productos listos para su consumo.