¿Trabajar más o incrementar salarios? Productividad laboral en México y Latinoamérica
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el bajo crecimiento de la productividad laboral en Latinoamérica y el Caribe es una de las razones por la cual el desarrollo regional y económico en estas naciones no ha conseguido generar más empleos decentes ni se ha logrado mejorar la calidad de vida de millones de sus habitantes (OIT, 2023), fenómeno que ha motivado el análisis especializado y académico en búsqueda de alternativas que ayuden a mejorar las condiciones de vida del grueso de población de estos lugares.
En países como México, donde comúnmente la iniciativa privada ha replicado un discurso mediático sobre que la productividad en el mercado laboral no es suficiente para aumentar los salarios, la evidencia empírica afirma lo contrario. Por otra parte, la contención salarial se ha convertido un en esquema agotado que cada vez ocasiona más problemas que ventajas económicas. Al igual que el tema de las extensas jornadas que trabaja la población ocupada del país, lo cual se ve reflejado en los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, 2019), que señalan que la fuerza laboral en México trabaja en promedio 23.52%[1] más horas anuales que el resto de las naciones que forman parte de la OCDE.
Al analizar esta información se pudiera pensar que las y los trabajadores en México, al no recibir una buena remuneración, tienen menos productividad, y por ende las empresas requieren que estas personas destinen más horas de su tiempo para obtener ganancias (lo cual pierde sentido cuando se aprecia la información de la figura 1).
Figura 1
Impacto de las horas medias trabajadas en la productividad laboral de México durante 2005-2022

Fuente: estimación propia con base en las ENOE del INEGI 2005-2022.
Nota: la figura 1 presenta la relación del impacto de las horas trabajadas en logaritmos y no hay evidencia de una mejoría de la productividad, ya que su valor reflejado en la línea de estimación está en el valor de cero.
Sin embargo, cuando se mide la productividad laboral por medio del valor agregado, se obtiene que las y los trabajadores en México son altamente productivos(as), pero que algo está pasando con el reparto del plusvalor (las ganancias de las empresas) y el excedente que se genera, porque este último no ha tenido correspondencia al nivel de esfuerzo de la masa laboral, lo que ocasiona que la productividad laboral crezca a un ritmo moderado.
Por este motivo, en años recientes ha tomado bastante impulso el pensamiento de revertir esta falsa idea, de una causalidad entre productividad laboral y la remuneración salarial, donde esta última puede incrementar los niveles de la primera (la productividad). Estudios recientes demuestran como en México de 2005 al 2023 no se cumple este espurio supuesto; es decir, que el ingreso de las y los trabajadores no está aumentando en sincronía con su capacidad para generar riqueza para las empresas en donde laboran.
La tesis titulada El impacto de los salarios y las horas trabajadas en la productividad laboral en México durante el período 2005-2022, dirigida por el profesor Luis Huesca Reynoso, investigador de la Coordinación de Desarrollo Regional del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), con la codirección de Gloria Lizeth Ochoa Adame, docente de la Universidad Autónoma de Chihuahua, revela que, al explorar la evolución del plusvalor, la situación se torna diferente.
Los resultados de esta investigación realizada como parte de la formación académica de Erik Francisco Carrillo Pérez como maestro en Desarrollo Regional por el CIAD, determinan que: 1. La productividad laboral en México se ha mantenido estable, pero los salarios reales han disminuido; 2. El aumento de las horas trabajadas solo mejora la productividad en las zonas menos industrializadas del país (aunque en muy poca medida); 3. En el país la productividad crece cuando se aumenta el plusvalor, lo que refleja una maximización de la productividad a costa de salarios bajos; 4. Las políticas neoliberales adoptadas en los años sesenta no han cerrado la brecha entre la productividad y los salarios, favoreciendo hasta hoy en día al capital sobre el trabajo.
Un nuevo modelo
México requiere que el Estado promueva la inversión en sectores estratégicos, como el primario, en búsqueda de la autosuficiencia alimentaria, además de modificar la ley para que se reduzcan las disparidades salariales y sea posible crear un mercado laboral más justo donde se disminuyan las jornadas laborales y se garantice el salario digno para la ciudadanía, lo cual tendrá efectos positivos en la disminución del sector informal de la economía a la vez que mejora la recaudación fiscal.
Hallazgos recientes que van en línea con los encontrados en la tesis, evidencian un fenómeno sorprendente: tras analizar 72 naciones en el mundo se encontró que los países atrasados con baja productividad poseen una tasa de plusvalor más alta que los países avanzados con alta productividad, donde países como Chad, uno de los más pobres del mundo, tiene la tasa de plusvalor más alta de todos los países evaluados, al igual que México y Perú, quienes se posicionan con un nivel de plusvalor mayor que los países más productivos como Suiza, Estados Unidos y Luxemburgo (González et al., 2019).
Esta situación puede ser explicada con los argumentos de Calva (2023), quien refiere que en México la permanencia de los salarios a la baja fue ocasionada por intereses despóticos de políticas de contención salarial. Por otra parte, el estudio de Calderón, Huesca y Ochoa señala que en México, al entrar el modelo neoliberal, se revirtieron los derechos laborales y sociales que había alcanzado hasta entonces la clase trabajadora, y que se modificó la ley a favor de los propietarios del capital (Calderón Villarreal et al., 2017).
En este contexto, para revertir o por lo menos mitigar los resultados adversos del modelo de desarrollo neoliberal, especialistas defienden que las economías en vías de desarrollo requieren adoptar políticas a favor de cambiar la concepción causal de productividad laboral y remuneración salarial. Por ello, se debe entender que los salarios bajos no han sido la causa de la baja productividad en horas trabajadas, sino porque las empresas, aun con ganancias altas, han decidido remunerar tan bajo la mano de obra en el país, independientemente del tipo de calificación del trabajo, y por haber gozado de excelentes condiciones en su sector con una disponibilidad de mano de obra abundante, lo cual se puede apreciar con mayor claridad en la figura 2, donde se visualiza una maximización constante del plusvalor conforme avanzan los años.
Figura 2
Comparativo de la evolución del plusvalor en México
2005, 2010, 2015 y 2022

Fuente: elaboración propia con datos ENOE y SCNM del INEGI 2005-2022.
Nota: la figura 2 evidencia un crecimiento constante y positivo del plusvalor en México, lo cual demuestra que las ganancias empresariales han aumentado con el tiempo, a pesar de los periodos de crisis en 2005 (inmobiliaria) y 2022 (pandemia covid-19).
La figura 3, por su parte, explica un comportamiento cuasi constante en relación con la productividad laboral a nivel nacional en los tres sectores económicos en el periodo estudiado, al igual que las líneas referentes al estado de Sonora, que, aunque reflejan un mejor comportamiento promedio que el observado a escala federal, este denota un estancamiento en los sectores agropecuarios y de servicios, mientras que el mejor ponderado es el sector industrial.
Figura 3
Productividad laboral en México y Sonora: evolución por sectores económicos, 2005-2022

Fuente: elaboración propia con datos ENOE y SCNM del INEGI 2005-2022.
Nota: la figura 3 muestra en el panel izquierdo que el crecimiento de la productividad laboral a nivel nacional se mantuvo estable en el periodo observado, sin caídas significativas ni despuntes relevantes. Por otro lado, el panel derecho evidencia que en Sonora el sector secundario (industrial) y el primario (agropecuario) estuvieron por encima de la media nacional.
Del mismo modo, al comparar la figura 3 con la figura 4, se puede constatar la existencia de un crecimiento asincrónico entre la productividad laboral y los salarios en los 18 años de estudio en todos sectores económicos del país y el resto de sus estados.[2] Tanto en México como en la entidad sonorense, la caída salarial se ha contenido previo al año de la pandemia por Covid-19, observándose una gradual recuperación hacia el año 2022.
Figura 4
Salarios medios en México y Sonora: evolución por sectores económicos, 2005-2022 (2018=100)

Fuente: elaboración propia con datos ENOE y SCNM del INEGI 2005-2022.
Nota: la figura 4 exhibe que los salarios medios reales en el estado de Sonora durante los 18 años de estudio presentaron un desempeño mejor que el observado en los datos de la media nacional en los tres sectores económicos, siendo mayor la caída en Sonora que a nivel nacional.
Con base en los resultados de la tesis, es posible probar una condición de inequidad salarial generalizada que se ha perpetuado en el presente milenio y que aun cuando se ha contenido en años recientes, demanda un cambio de paradigma económico a favor de las clases trabajadoras, donde estas puedan beneficiarse con el aumento de sus salarios y la reducción de sus extensas jornadas laborales, impactando de manera positiva la calidad de vida de las personas y contribuyendo al bienestar social, que es una de las problemáticas más importantes del México actual.
Asimismo, se concluye que el discurso empresarial respecto a incrementar la productividad laboral por medio del aumento de las jornadas laborales es un tema agotado en países como México, al igual que la contención salarial ha demostrado ser una de las causas de las problemáticas sociales de los estados latinoamericanos. Por esta razón, la riqueza generada en el país con más valor agregado puede estimularse mediante un impulso de la progresión de los salarios reales, que redundaría en mayor crecimiento económico en el país y sus regiones.
Bibliografía
Calderón Villarreal, C., Huesca Reynoso, L. y Ochoa Adame, G. L. (2017). Análisis comparativo de la desigualdad salarial entre México y Estados Unidos. Investigación Económica, LXXVI: 3-31. https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-16672017000200003.
Calva, J. L. (2023). Escenarios económicos para México al cierre del sexenio 2019-2024. Economíaunam, 20(58). http://revistaeconomia.unam.mx/index.php/ecu/article/view/766.
González, M. G., Valle, A. y Sánchez, C. (2019). Productivity and rate of surplus value at international level: an empirical evaluation. Problemas del Desarrollo, 50(196): 27-53. https://doi.org/10.22201/iiec.20078951e.2019.196.63004.
OCDE (2019). El futuro del trabajo. Perspectivas del empleo. https://doi.org/https://doi.org/10.1787/bb5fff5a-es.
OIT (2023). Impulsando la productividad en América Latina. Informe Regional. https://www.ilo.org/sites/default/files/wcmsp5/groups/public/@ed_dialogue/@act_emp/documents/publication/wcms_906015.pdf
[1] Siendo estás 2,137 horas en promedio.
[2] Los anexos de la tesis permiten explorar el total de las entidades federativas donde el fenómeno observado es el mismo, aunque con matices propias derivadas de la actividad económica local.
Autores: Erik Francisco Carrillo Pérez, egresado de la maestría en Desarrollo Regional del CIAD, y Luis Huesca Reynoso, investigador de la Coordinación de Desarrollo Regional del CIAD.