El agua es el recurso natural más preciado, ya que es esencial para la supervivencia de todas las formas de vida
Aproximadamente el setenta por ciento de la superficie de la tierra está cubierta por agua; de esta, el noventa y siete por ciento es salada y se encuentra en los océanos y el tres por ciento restante es agua dulce. El 2.7% del agua dulce se encuentra en mantos subterráneos y glaciares, mientras que menos del 0.3% se encuentra disponible como agua superficial en ríos y lagos. De esta agua disponible, alrededor del setenta por ciento se utiliza en actividades agropecuarias e industriales y el resto para las actividades propias de las personas.
Hoy en día la humanidad sufre ya las consecuencias por la carencia del agua; por ejemplo, más de mil millones de personas no tienen acceso adecuado al preciado líquido, el desperdicio y desabasto están acabando con las cosechas, la contaminación está acabando con la biodiversidad de regiones enteras y se han generado conflictos cada vez mayores y más violentos por la distribución del agua en el mundo.
Se calcula que para el año 2025 dos terceras partes de la población mundial vivirán con escasez de agua moderada o severa. Frente a esta proyección, y ante a la crisis actual de sequías y contaminación hídrica, sensibilizar a las personas sobre el uso sostenible del agua y el cuidado del medio ambiente se ha convertido en una prioridad.
México es un país rico en recursos naturales. El agua que abastece las actividades humanas, agropecuarias e industriales se obtiene de presas, ríos, lagos y acuíferos subterráneos. Sinaloa es uno de los estados con mayor disponibilidad de agua, cuenta con doce presas y once ríos que abastecen a las fértiles tierras de cultivo, las cuales han convertido a este estado en el más importante productor agrícola del país.
No obstante, en años recientes algunas condiciones climáticas extremas como sequías y heladas, aunadas a un uso inadecuado, han ocasionado problemas en el abastecimiento del vital líquido y hemos sentido las primeras consecuencias por el desabasto del agua.
Consumo
Según la Junta Municipal de Agua Potable de Culiacán (JAPAC), una llave abierta provee diez litros de agua por minuto y la regadera hasta cien litros cada cinco minutos, mientras que el inodoro gasta de seis a dieciocho litros por descarga. En la cocina, durante el lavado de los platos se llegan a consumir hasta cien litros de agua cada diez minutos y para lavar un vaso se gastan hasta siete vasos de agua, mientras que una gotera llega a derramar hasta ciento cincuenta litros diariamente.
En las actividades industriales y agropecuarias, los desperdicios del agua podrían superar hasta el cincuenta por ciento. Por lo tanto, es inminente y urgente una modernización masiva de los sistemas de riego, además de una eficiente supervisión de la conducción a fin de disminuir estos desperdicios. Una alternativa para mitigar el aprovechamiento inadecuado del agua es el re-uso de las aguas residuales como alternativa para el riego agrícola restringido.
Sólo por mencionar un ejemplo, la Planta Tratadora de Agua Residual Norte de JAPAC genera aproximadamente dos mil litros por segundo de agua residual tratada. Sin embargo, el diseño de cualquier tecnología de tratamiento de aguas residuales domésticas para su reutilización en riego agrícola deberá considerar la calidad sanitaria, agronómica y ambiental del agua.
Calidad
La calidad sanitaria está determinada por las concentraciones de parásitos representados por los huevos de helmintos y por los coliformes fecales como indicador de los niveles de bacterias, así como por virus causantes de enfermedades entéricas al ser humano. La calidad agronómica está relacionada con las concentraciones de nutrientes (nitrógeno, fósforo, potasio y otros), además de aquellos elementos limitantes o tóxicos para las plantas, como la salinidad y niveles excesivos de boro, metales pesados y otros.
La calidad ambiental involucra todos los parámetros antes mencionados y otros; en la práctica está más relacionada con las concentraciones de sólidos, materia orgánica, nutrientes y elementos tóxicos que pueden generar impactos negativos. Cuando se decida instalar una tecnología de tratamiento para reutilizar las aguas residuales en riego agrícola, se deberán tener en cuenta, además de las especificaciones técnicas de sus procesos, los siguientes aspectos:
- Tipo de cultivo (pueden necesitarse diferentes calidades de agua)
- Técnicas y sistemas de riego (teniendo en cuenta el contenido de partículas que pudieran bloquear los sistemas de riego)
- Contenido de nutrientes (con el objetivo de reducir el uso de agroquímicos)
- Manejo laboral de las aguas residuales y del riego para la protección de los agricultores (debido al contenido de patógenos en las aguas, suelo y plantas)
- Criterios de salud pública para la protección de los consumidores (debido al posible contenido de patógenos en los productos cosechados)
Oportunidad
El tema del agua prevalece como un reto para el estado de Sinaloa. Es paradójico encontrar que en un periodo de tan corto tiempo se haya pasado de la abundancia que abastecía grandes extensiones de cultivo a una escasez preocupante. Para algunas proyecciones científicas, Sinaloa se encuentra en una región del mundo en donde el tema del agua tendrá grandes oportunidades para la aplicación de la investigación, desarrollo e innovación.
Sin duda las campañas de concientización deben iniciar con una educación obligatoria desde la primaria, donde se sensibilice a los niños sobre el grave problema que vivimos, a fin de generar una cultura de extremo ahorro y compromiso con el vital líquido. Igualmente debemos acompañar este esquema educativo con políticas restrictivas y decididas donde se obligue al empresario, agricultor y al ciudadano común a comprometerse con el futuro de esta región.
Es el momento de repensar nuestra región. Es evidente que el actual esquema de expansión en el sector agrícola y en las ciudades nos lleva a que cada vez sea más el camino que deban recorrer los canales y tuberías de transporte con el consecuente desperdicio.
Algunas de estas ideas quizás no se puedan llevar a cabo, pero hay certidumbre de que este tema ya se ha convertido en un grave problema de trascendencia para nuestra región, por lo que es necesario un compromiso no sólo de nuestras autoridades, sino de todos los que queremos y vivimos aquí, ya que un litro de agua que ahorremos ahora será vital para un mañana sin sed.
Colaboración del Dr. Cristóbal Chaidez Quiroz
Laboratorio Nacional para la Investigación en Inocuidad Alimentaria
Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD)
Carretera a Eldorado km. 5.5
Culiacán, México C.P. 80110
(667) 760-5536