Si piensa realizar algún viaje con amigos o con la familia en las próximas vacaciones, lo mejor es planear para así evitar cualquier contratiempo que pudiera convertirlas en una pesadilla. En esta ocasión no nos referimos al presupuesto que debe invertir o al número de maletas que prevé llevar. Estas líneas están dedicadas a exponer los riesgos microbiológicos que es posible encontrar y nos pueden llevar a pasar los días de asueto en el cuarto de un hospital.
Para evitar lo anterior debemos prestar atención a las buenas prácticas higiénicas del hotel que elegiremos, a las costumbres alimentarias de la región que visitamos y a la inocuidad de los alimentos que consumimos. A continuación se mencionarán los principales microorganismos que podemos encontrar en nuestro tiempo de vacaciones.
Hongos, esporas y algunos insectos microscópicos estarán presentes, sin duda, en las sábanas, almohadas y alfombras del cuarto de hotel. Estos nos pueden provocar alergias, por lo que debemos requerir frecuentemente (una vez a la semana, por lo menos) el cambio de ellas. Además, es recomendable solicitar que el control remoto de la televisión y el auricular del teléfono sean debidamente desinfectados, ya que una gran cantidad (¡millones!) de bacterias pueden permanecer allí.
A quienes disfrutan de las albercas se les recomienda no beber el agua, independientemente de que el agua esté clorada, ya que existe el riesgo de ingerir Giardia lamblia, un parásito intestinal altamente resistente a los niveles de desinfección que se usan en albercas. Este microorganismo provoca un fuerte dolor abdominal acompañado de diarrea severa.
Al consumir alimentos en cualquier tipo de establecimiento debemos asegurarnos que se aplican buenas prácticas de higiene, tanto en quienes preparan los platillos como en el manejo mismo de los insumos; de lo contrario, podemos enfrentarnos a un cuadro severo de salmonelosis, fiebre tifoidea o hepatitis. Cualquiera de estas enfermedades causan como primer síntoma diarrea, pero en personas susceptibles estas enfermedades pueden tener complicaciones graves.
Finalmente, para alejar al fantasma de la diarrea de nuestras vacaciones, es recomendable siempre llevar consigo agentes desinfectantes como toallitas impregnadas con desinfectante y gel a base de alcohol, beber solo agua purificada y procurar consumir alimentos cocinados; si no puede resistirse a comer mariscos frescos, asegúrese que estén debidamente desinfectados.
Colaboración de Cristóbal Chaidez Quiroz, investigador del CIAD