El precio del cigarro en México se ha incrementado este 2020, derivado de una actualización del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS). Luis Huesca Reynoso, profesor del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), comparte su opinión sobre esta medida.
En promedio, una cajetilla de cigarrillos de veinte unidades aumentó su costo en seis pesos, lo cual tiene el propósito de desincentivar su consumo, al impactar directamente el poder adquisitivo de las personas fumadoras; sin embargo, si bien este ajuste le permite al gobierno federal obtener mayores recursos para atender los problemas de salud ocasionados por el tabaquismo, el recurso obtenido no será suficiente, ya que apenas incrementará en poco más del 9%.
El académico del CIAD señaló, además, que lo recaudado fiscalmente no necesariamente se utilizaría para atender esta enfermedad, sino que se gasta discrecionalmente, y no exclusivamente en el sector salud, por lo que indicó que es necesario establecer reglas más claras con las que opere la hacienda pública con respecto del uso del IEPS en el tabaco.
Agregó que las alzas en los precios del tabaco se han realizado en todo el mundo, atendiendo recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien sugiere una carga de impuesto especial del 75% (con la reforma de 2020 en México subió al 58%), poniendo al precio entre cuatro y cinco dólares por cajetilla, lo que en nuestro país hubiera significado un aumento en la recaudación fiscal de hasta un 38.2%, y a su vez representaría una disminución de la población fumadora mexicana en 34%, y no del 5%, como sería con la reforma actual, según proyecciones que ha realizado su equipo de investigación.
Contrario a lo que se piensa, dijo, este gravamen no perjudica a la población más pobre del país, sino que tiene un mayor impacto en el sector de mayores ingresos, el cual es el segmento que más consume este tipo de productos. Por lo tanto, el estudio realizado en el CIAD ofrece una oportunidad para que los formuladores de políticas tomen la decisión de aumentar aún más el impuesto al tabaco en México con base en una segunda reforma, ya que esto reduciría todavía más el consumo y aumentaría los ingresos públicos, de tal manera que los recursos podrían usarse no solo para combatir el consumo de tabaco, sino también la pobreza alimentaria y reducir la desigualdad en el país.
Por último, explicó que, en países como China, donde una cajetilla vale, aproximadamente, cien pesos mexicanos, sí ha sido evidente la reducción de población fumadora, por lo que en México es necesario tomar medidas de mayor envergadura, considerando que en el país 47 mil personas mueren anualmente por enfermedades ocasionadas por el tabaquismo.