Violencia escolar: una perspectiva ecológica
El fenómeno de la violencia escolar es una problemática multifactorial y, por ello, Daniel Fregoso Borrego, alumno del Doctorado en Desarrollo Regional del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), ha dedicado los últimos años a estudiar las diferentes causas que la originan.
La investigación de Fregoso Borrego ha partido desde una “perspectiva ecológica”, es decir, tiene el fin de visualizar y entender el problema de la violencia mediante aquellos factores que pertenecen a los sistemas familiares, sociales, políticos, económicos o legales, los cuales son externos al individuo, pero influyen en él; en este caso, en el comportamiento social de los adolescentes estudiantes de secundaria.
Con base en una amplia revisión teórica, Daniel tiene claro que, para comprender las diferentes manifestaciones de la violencia, además de atender a los elementos individuales como la personalidad, características físicas y empatía, entre otros, es preciso observar aquellos contextos en los cuales los individuos aprenden a interactuar con otros y, por lo tanto, a reconocer, aprender, comprender, amar y colaborar de manera recíproca con los otros.
De acuerdo a la información que ha recabado a través de haber realizado 1,695 encuestas (873 mujeres y 822 hombres) en 55 escuelas secundarias de 9 municipios de Sonora, 50% de los respondientes aseguraron haber sufrido algún tipo de violencia, como golpes, empujones, insultos, burlas, aislamientos, humillaciones o maltrato psicológico.
¿El barrio me respalda?
El joven psicólogo confiesa que el hallazgo que más ha llamado su atención está relacionado con los aspectos comunitarios o de barrio, pues la investigación mostró que sentir un apego a su comunidad puede aumentar o disminuir la violencia en las escuelas en alumnos y alumnas de secundaria que observan y apoyan una agresión hacia alguna víctima.
En ese sentido, agregó que tener altos niveles de apego a su comunidad o barrio, lazos de afinidad o contar con amigos(as) que pertenecen a una pandilla o grupo social, son factores que estructuran un sistema de relaciones que se instalan y cobran vida en conflictos escolares.
“Resulta complejo definir la causalidad de un problema multidimensional como lo es la violencia escolar, sin embargo, algunos factores resultaron ser mayormente relevantes que otros. El percibir violencia en los diferentes contextos de socialización en los que un estudiante se encuentra inmerso es una constante cuando se intenta entender el problema; dicha percepción se puede traducir en fenómenos como la violencia intrafamiliar, pandillerismo y violencia en el barrio y la interacción violenta que se observa en las escuelas, entre otros. Lo anterior permite que un adolescente aprenda a resolver conflictos o socializar mediante esta vía, llegando a normalizar o incluso naturalizar este tipo de interacciones”, explicó el investigador.
Aunque el análisis de la información aún está en curso, Fregoso Borrego señaló que es necesario profundizar en los elementos relacionados con los aspectos comunitarios que funcionen como factores protectores para una socialización sana en las escuelas, tales como el apoyo y empoderamiento que se le pueda permitir a la población joven, el control social para el espacio que comparten los vecinos, la existencia de espacios de recreación como parques o de deporte y el mantenimiento de estos donde exista un sentimiento de seguridad.
Otro factor importante que demanda su análisis es el rol observador, comprendido no solamente como personas testigos de agresiones, sino como actuantes ante una situación de violencia escolar, ya que esto podría ayudar a disminuir estos episodios.
Por último, comentó que, la alfabetización digital y las formas de socialización en el mundo virtual constituyen un objetivo primordial y complementario de la investigación sobre violencia escolar, las cuales espera estudiar en el futuro para ampliar su comprensión sobre este fenómeno y, particularmente, para generar estrategias para su prevención.